dijous, 23 d’abril del 2015

Nunca sabrás si eres capaz, si no lo intentas! (Trail Ermitas Olesa)

Este era el lema de la cursa, y la frase de motivación que me llevó a no pensar mucho y apuntarme a la carrera de 25km.

Por el camino han caído muchas tiradas largas por los caminos que teníamos que hacer. Algunas acompañado y otras (bastantes) en solitario.

Pero un vez hecho la parte más difícil (como siempre, el entrenamiento de un nuevo objetivo), el Domingo 19 de Abril tocaba disfrutar de la fiesta.

Por eso, a las 6:30h ya estoy en pie. He dormido muy bien, y tengo muchas ganas de enfrentarme al primer gran reto del año.

Almuerzo, y me dispongo a vestirme con “el equipo de trabajo” de hoy. 

A las 7:30h ya tengo a Fede esperándome. No está del todo recuperado de la maldita fascitis, pero no se la quiere perder. Hará la carrera corta (11km) con el dorsal que me tocó en el programa Ultrasports de RAC1.

Pasamos a buscar a Jordi que estaba haciendo su café de rigor, y marchamos hacia la Plaza del Ayuntamiento.

Por el camino veo a Carles Casals (mi carnicero de confianza, ¡¡jaja!!). Nos saludamos, hablamos dos minutos y nos deseamos suerte.

Una vez a las puertas del Ayuntamiento ya empieza a oler a fiesta, a fiesta grande. Muchas de las caras son conocidas. Compañeros de otros equipos, de otras carreras, amigos de la Escuela, compañeros del baloncesto de Jordi, … Es lo bueno de correr en casa.

Me encuentro con Wolves, un compañero de corredors.cat con el que ya coincidimos el día del entrenamiento oficial. 

Mientras hacemos tiempo para sacarnos la ropa que traemos para protegernos del frío que hace, llegan más compañeros de corredors.cat, y finalmente, nos hacemos la foto de equipo.


También me hago la foto con mis compañeros de los Martes (Fede y Jordi).


Calentamos poco rato. Jordi va al WC, y esto hace que nos pongamos en las últimas posiciones de la salida, aunque no es una carrera multitudinaria, y por lo tanto, no hay mucha diferencia entre los primeros y los últimos.

A las 8:30h, salimos y empezamos a correr. Nos despedimos de nuestro compañero Fede. Él con los otros participantes de la carrera de 11 kilómetros, saldrán a las 9h.

La táctica está muy estudiada. Tenemos que ir a ritmo suave hasta llegar al Pla del Fideuer (kilómetro 14) y de allí al final ir tirando (es la parte del recorrido que hemos hecho más veces).

Seguimos estrictamente lo que tenemos pensado. Vamos a un ritmo cercano a 6’/km y vamos pasando a varios corredores. Hacemos la primera rampa de la calle Ample y antes de pasar por debajo del portal donde está la patrona de Olesa (Santa Oliva), hay un dron que recoge imágenes de nuestro paso. 

También veo a Wolves que se ha desplazado hasta aquí para hacernos fotos.

Dejamos la parte de asfalto (una vez pasado el Pabellón Salvador Boada) y empieza ya el recorrido por tierra. Las rampas todavía no son demasiado fuertes, pero poco a poco el perfil de la carrera empieza a subir y ya vemos los primeros corredores que tienen que empezar a andar. 

Nosotros (Jordi y yo) vamos tirando. Este tramo está muy estudiado, muy pisado. Cada vez hay más corredores andando, y no paramos de avanzar a gente. Pasado un nuevo tramo asfaltado, las rampas se van suavizando. Dos giros más y ya tenemos hecho el primer tramo de subida dura. 

Una vez el recorrido es más plano, recuperamos las piernas y continuamos a un ritmo muy suave. 

En pocos minutos llegamos al atajo del Pla. Aquí hago una mirada hacia atrás y veo toda la cola de corredores que van dibujando un gusano multicolor que se esconde por el medio de los olivos.

Aquí hacemos tramos andando y tramos corriendo. Es un caminillo donde tenemos que ir en fila de uno, y tampoco queremos gastar más fuerzas de las necesarias.

Unos 400 metros después encontramos la primera voluntaria que nos indica el camino a seguir. Volvemos a ponernos a correr en dirección al Pla del Fideuer, aunque antes de llegar Xavi Pommard nos anima y nos da fuerzas para hacer la ascensión en el Puig Cendrós.

Es una subida fuerte de unos 300 metros que hacemos andando a ritmo rápido. Una vez  arriba, encontramos el primer premio de la carrera. Esta cumbre nos deja dar un vistazo de 360º de toda la cordillera que tenemos en Olesa. Una de las mejores vistas de Montserrat y nuestro próximo objetivo, la Ermita de Sant Salvador de les Espasses.

Respiramos, cogemos aire fresco, y hacemos una bajada bastante técnica que nos traerá al Mirador de la Papelussa (primer avituallamiento). No podemos ir muy rápido, es un camino que se ha abierto para la carrera y con el agua que ha caído a primera hora de la mañana, podemos caer.

Sin sufrir ninguna caída, llegamos al avituallamiento. Bebemos y comemos un poco (sólo llevamos 7 kilómetros) y continuamos por la parte de bajada que nos dejará a los pies de la Ermita.

No queremos bajar demasiado rápidos, pero sin ningún esfuerzo nos ponemos a ritmos de 4’30”. 

Recuerdo que aquí reímos un rato cuando Jordi me dijo que Júlia (mi sobrina) le había dicho que sí quería entrar con él a la llegada y que si le pondrían una corbata (una medalla), ¡¡jaja!!

La bajada fuerte se acaba y un caminillo con toboganes nos deja al inicio de la subida más fuerte del recorrido. Es una zona de 1,5 kilómetros donde subimos unos 150m de desnivel. Vamos combinando tramos de correr con tramos de andar, aunque hay más de estos segundos.

La Ermita se ve, pero parece que el camino no se acabará nunca.

A punto de llegar arriba, un corredor se para. Se ha dado un golpe en la rodilla. Le preguntamos si se encuentra bien, y le decimos que dentro de la Ermita hay un grifo con agua por sí quiere limpiarse la rascadura que lleva. Nos dice que esta bien, y continuamos con la nuestra lucha.

Estamos a pocos metros y ya escuchamos las voces de ánimos de un grupo de excursionistas que están haciendo un bocadillo. Pasamos por el medio y recibimos sus aplausos, que se agradecen mucho.


Cogemos el camino que nos bajará de esta cumbre y que nos dejará al inicio del Coll de Bram. Aún así, antes tenemos que sufrir otra bajada dificultosa (de hecho, en alguna curva me he salido del trazado) y otra subida de aquellas que te hace parar y empezar a andar.

Un nuevo voluntario nos indica el camino (que se encuentra señalizado con cinta roja y blanca). El Coll empieza en bajada, pero después se empieza a complicar, mejor dicho, empieza a picar hacia arriba. Jordi se marcha unos metros, pero voy detrás de otro corredor y tampoco me veo con fuerzas de pasarlo.

Acabamos el Coll y llegamos al segundo avituallamiento. Hay un todoterreno de los Forestales de Esparreguera, y cuatro voluntarios (de los cuales dos de ellos, son dos niñas de 6 o 8 años que nos han indicado el camino y nos han llenado los vasos de bebida isotónica, qué implicación, BRAVO!!).


Volvemos a beber y comer un poco de fruta, y nos vamos hacia la zona de las crestas. La primera de ellas es muy dura, o no me acordaba. Después pasamos una segunda y una tercera, donde dejo unos metros al corredor que llevo delante para poder coger impulso en la bajada y así poder hacer la subida sin demasiado esfuerzo.

Una nueva bajada con un poco de peligro, pero muy señalizada y con un nuevo voluntario, y ya encaramos el camino hacia el Pla del Fideuer

Nos acercamos y ya escuchamos los ánimos de los voluntarios. Pisamos la alfombra (kilómetro 14) que se ha dispuesto en esta zona, y seguimos.

La pista forestal empieza a bajar, pero es un espejismo. Rápidamente encontramos un nuevo voluntario, y una nueva alfombra, que nos indica un nuevo camino de subida. Es una zona de toboganes, donde el primero es duro, pero el segundo no tiene nombre. Se juntan tres rampas que te dejan medio muerto, a pesar de que la hacemos andando. 

Pasado este tramo y sabiendo que nos queda la zona de bajada más fuerte, decidimos ponernos a correr de nuevo, y llegamos. 

La bajada es por pista, pero con mucha pendiente, cosa que también castiga las piernas.

El camino se acaba y ya vemos las dos próximas cumbres (las últimas). La subida a Sant Pere de Sacama siempre me ha parecido dura, pero ahora es demasiado. Jordi está sufriendo un poco, y no tardamos en ponernos a andar de nuevo. Parece que nunca se acaba, pero por suerte encontramos una cinta y una flecha verde que nos indica el camino del desvío que nos llevará a pies de la nueva Ermita.

Esta parte es nueva, no la habíamos hecho nunca y nos sorprende. Es así, porque es un tramo plano y en bajada. Jordi no se fía, y no para de decir que no tardaremos en tener una nueva subidita, y así es. Encontramos la subida y vamos andando hasta ver la Ermita de Sant Pere de Sacama. Bajamos por la pista y por un nuevo caminillo que nos deja al inicio de la última ascensión.

Como no queremos sufrir, lo haremos como hemos hecho el resto de la carrera, guardando fuerzas para el final. Así que nos ponemos a andar rápidamente, y poco a poco, el recorrido y el perfil nos hacen perder frescura y ritmo. Tanto nos afecta que en un giro, nos paramos unos segundos para relajar piernas, coger aire y de paso ver las vistas.

Dejamos pasar una corredora y Jordi y yo continuamos hacia la cumbre. Jordi se escapa, pero es mejor ir cada cual a su ritmo y esperarnos arriba. 

Los metros pasan, los minutos también, y por fin llegamos arriba. Jordi ya tiene preparado el móvil para hacernos la foto de rigor, y hacia abajo. 


Ya se ha acabado toda la subida. Estamos en el kilómetro 18,3. Empezamos a bajar por un nuevo caminillo con fuertes desniveles, que hacen que no puedas descansar. Empiezo a notar un mal en la parte delantera de la pierna izquierda. No le quiero hacer caso, y sufriendo (pero poco) llegamos al avituallamiento del Puigventós. 

Volvemos a coger víveres, e intento estirar un poco (¡¡qué gran error!!). Nos quedan sólo 4 kilómetros de bajada, la más cómoda de todo el circuito. Pero impresionantemente no es así. Sólo salir de aquí los cuadriceps de las dos piernas se ponen como dos piedras, tanto que incluso le pido a Jordi que se pare para poder estirar. Me comenta que coja agua de la camelback y me la eche por encima de las piernas. Le hago caso. Con esto y un kilómetro en 10 minutos, parece que el dolor se va y podemos empezar a correr de nuevo. No podremos apretar, y esto fastidia mucho. 

Nos han avanzado unos 4 o 5 corredores, pero voy mejorando. 

Llegamos al camino del Samper (mi lugar preferido del recorrido), y empiezo a notar de nuevo un pequeño dolor. No dejo que vaya a más y vuelvo a tirarme agua encima.

No puedo disfrutar de esta zona, como me hubiera gustado, pero conseguimos llegar al desvío que nos trae al último engaño que nos guarda el recorrido. Es un tramo de 200m en pequeña subida que no me atrevo a hacer corriendo, y al hacerlo andando, hace que 3 o 4 corredores nos pasen por delante.

El segundo tramo de 100m de subida, lo hago corriendo y ya nos vamos hacia Olesa. 

Nos queda la duda si al final se ha modificado o no el recorrido (había un tema de permisos del propietario de los campos), pero finalmente no se ha cambiado. 

Giramos a la izquierda y poco después vemos que al chico que traemos delante se va todo recto. Lo llamamos para decirle que gire, que el camino va hacia la derecha. Nos escucha y rectifica. 

Pasamos entre medio de olivos, almendros y viñas, y ya encaramos el tramo de la riera. Un último escollo para llegar donde está Santa Oliva y ya bajamos la calle Ample.

Aquí empieza a cambiarnos la cara, se dibuja una sonrisa y el cuerpo empieza a emocionarse.

Ya sólo pienso en mis niñas, y Jordi (supongo) que en las suyas. Hemos sufrido, pero ahora sí sabemos que ¡¡hemos sido capaces!! 

Pasamos por la Plaça de las Fonts y ya vemos la recta de llegada. A medio camino ya escuchamos los gritos de nuestras fans. Jordi y yo chocamos las manos, ¡¡hemos hecho un buen trabajo!!

Cruzamos la calle y ante la Casa de Cultura, Jordi coge en brazos a Júlia y yo cojo de la mano a Ona. 

Vamos chillando y subiendo los brazos. A medio camino veo a Esther que nos está grabando. La saludamos. Ona no para de decirme cosas. Pisamos la alfombra roja de la llegada (como me gustan este tipo de llegadas), y después la alfombra del chip. Hemos parado el tiempo en un meritorio 3h:10:27 (Jordi) y 3h:10:30 (yo).


Paro y me noto muy cansado, las piernas vuelven a estar duras, pero no sufráis, la sonrisa de la cara y la satisfacción personal son más grandes y fuertes. Ha sido duro, es una carrera dura, pero espero que dure muchos años.

Nos reencontramos con Fede. Todo y el dolor de pie ha conseguido finalizar la carrera de 11 kilómetros con muy buen tiempo (1h04’55”). Enhorabuena compañero!!

Agradecer a los organizadores el recorrido (hacía 22 años que no subía a la Creu de Saba), las ganas, ..., en definitiva, la gran idea. Olesa se lo merecía y lo necesitaba.

A los voluntarios la implicación, ánimos y consejos.

A Wolves las fotos de la entrada con Ona, no tienen precio.

A Esther y Ona por dejarme practicar este deporte (sacrificando muchas horas de mi compañía).

A Fede, mi fiel escudero que siempre está allí para ayudarme a entrenar y lograr mis objetivos.

Y sobretodo a Jordi (mi hermano) que me “engañó” (me dejé bastante) y me ha acompañado en este nuevo reto. Nos hemos ayudado mútuamente, pero (como siempre) en el tramo final ha sido él quien me ha dado ánimos para poder acabar.

Ahora a descansar una semana, a recuperar y disfrutar hasta el verano de más carreras, pero sin ningún objetivo exigente. El próximo gran reto será el Maratón de Castellón (06/12/15).

Ah!! El próximo año estaremos en la línea de salida, aunque creo que a lo mejor hago la corta, ¡¡jaja!!

Mai sabràs si ets capaç, si no ho intentes! (Trail Ermites Olesa)

Aquest era el lema de la cursa, i la frase de motivació que em va portar a no pensar molt i apuntar-me a la cursa de 25km.

Pel camí han caigut moltes tirades llargues pels camins que havíem de fer. Algunes acompanyat i d’altres (bastants) en solitari.

Però un cop feta la part més difícil (com sempre l’entrenament d’un nou objectiu), el diumenge 19 d’Abril tocava gaudir de la festa.

Per això, a les 6:30h ja estic en peu. He dormit molt be, i tinc moltes ganes d’enfrontar-me al primer gran repte de l’any.

Esmorzo, i em disposo a vestir-me amb “l’equip de treball” d’avui.

A les 7:30h ja tinc al Fede esperant-me. No està del tot recuperat de la maleïda fascitis, però no se la vol perdre. Farà la cursa curta (11km) amb el pitrall que em va tocar al programa Ultrasports de RAC1.

Passem a buscar al Jordi que estava fent el seu cafetó de rigor, i marxem cap a la Plaça de l’Ajuntament.

Pel camí veig al Carles Casals (el meu carnisser de confiança, jaja!!). Ens saludem, parlem dos minuts i ens desitgem sort.

Un cop a les portes de l’Ajuntament ja es comença olorar a festa, a festa grossa. Moltes de les cares són conegudes. Companys d’altres equips, d’altres curses, amics de l’Escola, companys del bàsquet del Jordi, … És el bo de córrer a casa.

Em trobo amb el Wolves, un Company de corredors.cat amb qui ja vam coincidir el dia de l’entrenament oficial.


Mentre fem temps per treure’ns la roba que portem per protegir-nos de la mica de fred que fa, arriben més companys de corredors, i finalment, ens fem la foto d’equip.

També em faig la foto amb els meus companys de los Martes (el Fede i el Jordi).


Escalfem poca estona. El Jordi va al WC, i això fa que ens posem a les últimes posicions de la sortida, encara que no és una cursa multitudinària, i per tant, no hi ha molta diferència entre els primers i els últims.

A les 8:30h, sortim i comencem a córrer. Ens acomiadem del nostre company Fede. Ell amb els altres participants de la cursa d’11 kilòmetres, sortiran a les 9h.

La tàctica està molt estudiada. Hem d’anar a ritme suau fins arribar al Pla del Fideuer (kilòmetre 14) i d’allà al final anar fent (és la part del recorregut que hem fet més cops).

Seguim estrictament el que tenim pensat. Anem a un ritme proper a 6’/km i anem passant a varis corredors. Fent la primera rampa del c/Ample i abans de passar per sota del portal on està la patrona d’Olesa (Santa Oliva), hi ha un dron que recull imatges del nostre pas. També veig al Wolves que s’ha desplaçat fins aquí per fer-nos fotos.

Deixem la part d’asfalt (un cop passat el Pavelló Salvador Boada) i comença ja el recorregut per terra. Les rampes encara no són massa fortes, però mica en mica el perfil de la cursa comença a pujar i ja veiem els primers corredors que han de començar a caminar.

Nosaltres (el Jordi i jo) anem fent. Aquest tram està molt estudiat, molt trepitjat. Cada cop hi ha més corredors caminant, i no parem d’avançar a gent. Passat el tram asfaltat d’aquesta zona, les rampes es van suavitzant. Dos girs més i ja tenim fet el primer tram de pujada dura.

Un cop el recorregut és més pla, recuperem les cames i continuem a un ritme molt suau.

En pocs minuts arribem a la drecera del pla. Aquí faig una mirada cap enrere i veig tota la cua de corredors que van dibuixant un cuc multicolor que s’amaga pel mig de les oliveres.

Aquí fem trams caminant i trams corrent. És un corriol on hem d’anar en fila d’un, i tampoc volem gastar més forces de les necessàries.

Uns 400 metres després trobem la primera voluntària que ens indica el camí a seguir. Tornem a posar-nos a córrer en direcció al Pla del Fideuer, encara que abans d’arribar el Xavi Pommard ens anima i ens dóna forces per fer la ascensió al Puig Cendrós.

És una pujada forta d’uns 300 metres que fem caminant a ritme ràpid. Un cop a dalt, trobem el primer premi de la cursa. Aquest cim ens deixa fer una ullada de 360º de tota la serralada que tenim a Olesa. Una de les millors vistes de Montserrat i el nostre proper objectiu, l’Ermita de Sant Salvador de les Espasses.

Respirem, agafem aire fresc, i fem una baixada força tècnica que ens portarà al Mirador de la Papelussa (primer avituallament). No podem anar molt ràpid, és un camí que s’ha obert per la cursa i amb l’aigua que ha caigut a primera hora del matí, podem caure.

Sense patir cap caiguda, arribem a l’avituallament. Bevem i mengem una mica (només portem 7 kilòmetres) i continuem per la part de baixada que ens deixarà a peus de l’Ermita.

No volem baixar massa ràpids, però sense cap esforç ens posem a ritmes de 4’30”. 

Recordo que aquí vam riure una estona quan el Jordi em va dir que la Júlia (la meva neboda) li havia dit que si que volia entrar amb ell a l’arribada i que si li posarien una corbata (una medalla), jaja!!

La baixada forta s’acaba i un caminet amb tobogans ens deixa a l’inici de la pujada més forta del recorregut. És una zona d’1,5 kilòmetres on pugem uns 150m de desnivell. Anem combinant trams de córrer amb trams de caminar, encara que hi ha més d’aquests segons.

L’Ermita es veu, però sembla que el camí no s’acabarà mai.

A punt d’arribar a dalt, un corredor s’atura. S’ha donat un cop al genoll. Li preguntem si es troba bé, i li diem que dintre de l’Ermita hi ha una aixeta amb aigua per si vol netejar-se la rascada que porta. Ens diu que esta bé, i continuem amb la nostra lluita.

Estem a pocs metres i ja escoltem les veus d’ànims d’un grup d’excursionistes que estan fent un entrepà. Passem pel mig i rebem els seus aplaudiments, que s’agraeixen molt.


Agafem el corriol que ens baixarà d’aquest cim i que ens deixarà a l’inici del Coll de Bram. Tot i això, abans hem de patir una altra baixada dificultosa (de fet en alguna corba m’he sortit del traçat) i una altra pujada d’aquelles que et fa parar i començar a caminar.

Un nou voluntari ens indica el camí (que es troba senyalitzat amb cinta vermella i blanca). El Coll comença en baixada, però després es comença a complicar, millor dit, comença a picar cap a dalt. El Jordi es marxa uns metres, però vaig darrera d’un altre corredor i tampoc em veig amb forces de passar-lo.

Acabem el Coll i arribem al segon avituallament. Hi ha un tot terreny dels Forestals d’Esparreguera, i quatre voluntaris (dels quals dos d’ells, són dos nenes de 6 o 8 anys que ens han indicat el camí i ens han omplert els gots de beguda isotònica, quina implicació, BRAVO!!).


Tornem a beure i menjar una mica de fruita, i ens anem cap a la zona de les crestes. La primera d’elles és molt dura, o no em recordava. Després passem una segona i una tercera, on deixo uns metres al corredor que porto davant per poder agafar embranzida en la baixada i així poder fer la pujada sense massa esforç.

Una nova baixada amb una mica de perill, però ben senyalitzada i amb un nou voluntari, i ja encarem el camí cap al Pla del Fideuer.

Ens apropem i ja escoltem els ànims dels voluntaris. Trepitgem la catifa (kilòmetre 14) que s’ha disposat en aquesta zona, i seguim.

La pista forestal comença a baixar, però és un miratge. Ràpidament trobem un nou voluntari, i una nova catifa, que ens indica un nou camí de pujada. És una zona de tobogans, on el primer és dur, però el segon no té nom. S’ajunten tres rampes que et deixen mig mort, tot i que la fem caminant.

Passat aquest tram i sabent que ens queda la zona de baixada més forta, decidim posar-nos a córrer de nou, i arribem.

La baixada és per pista, però amb molta pendent, cosa que també castiga les cames.

El camí s’acaba i ja veiem els dos propers cims (els últims). La pujada a Sant Pere de Sacama sempre m’ha semblat dura, però ara és massa. El Jordi està patint una mica, i no tardem en posar-nos a caminar de nou. Sembla que mai s’acaba, però per sort trobem una cinta i una fletxa verda que ens indica el camí del trencall que ens portarà a peus de la nova Ermita.

Aquesta part és nova, no l’havíem fet mai i ens sorprèn. És així, perquè és un tram planet i en baixada. El Jordi no es refia, i no para de dir que no tardarem en tenir una nova pujadeta, i així és. Trobem la pujada i anem caminant fins a veure l’Ermita de Sant Pere de Sacama. Baixem per la pista i per un nou corriol que ens deixa a l’inici de l’última ascensió.

Com no volem patir, ho farem com hem fet la resta de la cursa, guardant forces pel final. Així que ens posem a caminar ràpidament, i mica en mica, el recorregut i el perfil ens fan perdre frescor i ritme.  Tant ens afecta que en un gir, ens parem uns segons per relaxar cames, agafar aire i de pas veure les vistes.

Deixem passar una corredora i el Jordi i jo continuem cap al cim. El Jordi s’escapa, però millor és anar cadascú al seu ritme i esperar-nos a dalt.

Els metres passen, els minuts també, i per fi arribem a dalt. El Jordi ja té preparat el mòbil per fer-nos la foto de rigor, i cap a baix.


Ja s’ha acabat tota la pujada. Estem al kilòmetre 18,3. Comencem a baixar per un corriol amb forces desnivells, que fan que no puguis descansar. Començo a notar un mal a la part davantera de la cama esquerra. No li vull fer cas, i patint (però poc) arribem a l’avituallament del Puigventós.

Tornem a agafar queviures, i intento estirar una mica (quin gran error!!). Ens queden només 4 kilòmetres de baixada, la més còmode de tot el circuit. Però impressionantment no és així. Només sortir d’aquí els quàdriceps de les dues cames es posen com dues pedres, tant que fins i tot li demano al Jordi que s’aturi per poder estirar. Em comenta que agafi aigua de la camelback i me la tiri per sobre de les cames. Li faig cas. Amb això i un kilòmetre en 10 minuts, sembla que el dolor se’n va i podem començar a córrer de nou. No podrem apretar, i això en fastigueja molt.

Ens han avançat uns 4 o 5 corredors, però vaig millorant.

Arribem al camí del Samper (el meu lloc preferit del recorregut), i començo a notar de nou un petit dolor. No deixo que vagi a més i torno a llençar-me aigua a sobre.

No puc gaudir d’aquesta zona, com m’hagués agradat, però aconseguim arribar al trencall que ens porta a l’últim engany que ens guardava el recorregut. És un tram de 200m en petita pujada que no m’atreveixo a fer corrent, i al fer-lo caminant, fa que 3 o 4 corredors ens passin per davant.

El segon tram de 100m de pujada, el faig corrent i ja ens anem cap a Olesa.

Ens queda el dubte si al final s’ha modificat o no el recorregut (hi havia un tema de permisos del propietari dels camps), però finalment no s’ha canviat.

Girem a l’esquerra i poc després veiem que el noi que portem davant es va tot recte. El cridem per dir-li que giri, que el camí va cap a la dreta. Ens escolta i rectifica.

Passem entre mig d’oliveres, ametllers i vinyes, i ja encarem el tram de la riera. 

Un últim escull per arribar a sota de Santa Oliva i ja baixem el carrer Ample.

Aquí comença a canviar-nos la cara, es dibuixa un somriure i el cos comença a emocionar-se. Ja només penso en les meves nenes, i el Jordi (suposo) que amb les seves. Hem patit, però ara sí que sabem que hem estat capaços!!

Passem per la Plaça de les fonts i ja veiem la recta d’arribada. A mig camí ja escoltem els crits de les nostres fans. El Jordi i jo xoquem les mans, hem fet un bon treball!!

Creuem el carrer i davant la Casa de Cultura, el Jordi agafa en braços a la Júlia i jo agafo de la mà a l’Ona.

Anem cridant i pujant els braços. A mig camí veig a l’Esther que ens està gravant. La saludem. L’Ona no para de dir-me coses. Trepitgem la catifa vermella de l’arribada (com m’agraden aquest tipus d’arribades), i després la catifa del xip. Hem aturat el temps en un meritori 3h:10:27 (Jordi) i 3h:10:30 (jo).


Paro i em noto molt cansat, les cames tornen a estar dures, però no patiu el somriure de la cara i la satisfacció personal  són més grans i forts. Ha estat dur, és una cursa dura, però espero que duri molts anys.

Ens retrobem amb el Fede. Tot i el mal de peu ha aconseguit finalitzar la cursa d’11 kilòmetres amb un molt bon temps (1h04’55”). Enhorabona company!!


Agrair als organitzadors el recorregut (feia 22 anys que no pujava a la Creu de Saba), les ganes, ..., en definitiva, la gran idea. Olesa s’ho mereixia i ho necessitava.

Als voluntaris la implicació, ànims i consells.

Al Wolves les fotos de l’entrada amb l’Ona, no tenen preu.

A l’Esther i l'Ona per deixar-me practicar aquest esport (sacrificant moltes hores de la meva companyia)

Al Fede, el meu fidel escuder que sempre està allà per ajudar-me a entrenar i assolir els meus objectius.

I sobretot al Jordi (el meu germà) que em va “enganyar” (em vaig deixar bastant) i m’ha acompanyat en aquest nou repte. Ens hem ajudat mutuament, però (com sempre) al tram final ha sigut ell qui m’ha donat ànims per poder acabar.

Ara a descansar una setmaneta, a recuperar i gaudir fins l’estiu de més curses, però sense cap objectiu exigent. El proper gran repte serà la Marató de Castelló (06/12/15).

Ah!! L’any vinent estarem a la línia de sortida, encara que crec que potser faig la curta, jaja!!

dimarts, 14 d’abril del 2015

Trail Ermites Olesa (recorregut i consells)

Com ja fan alguns experts en la matèria (blogmaldito.com (David) i calaixsastremoncorrer.blogspot.com (Pucurull) vaig a intentar explicar-vos molt resumidament el recorregut llarg (25km aprox) de la 1a edició d’aquesta cursa.

Primer tram (Inici al kilòmetre 5) (pujada)

Sortim de la Plaça de l’Ajuntament i ens anem cap al primer dels cims que farem. Recorrem un tram del Casc Antic del poble (en pujada), podrem demanar forces i salut a la nostra Patrona (Santa Oliva) i ens anirem enfilant cap al Pla del Fideuer.

El recorregut té algunes pendents bastants fortes, sobretot un cop ja passem el Pavelló Salvador Boada.

Vora el kilòmetre 3 (aprox) trobarem un tram on es suavitza el terreny i podem recuperar les cames abans d’agafar la drecera que ens portarà al pla.

Per finalitzar aquesta part, tindrem uns 300 metres amb forta pendent que ens deixarà al Cim del Puig Cendrós.

Si us plau, pareu uns segons i gaudiu de les vistes. Pots fer una volta de 360º i veure la Muntanya de Montserrat, l’Ermita de Sant Salvador i la resta de muntanyes i camins que realitzarem en aquest recorregut.

Segon tram (quasi 4 kilòmetres) (baixada)

Tram de baixada, al principi força tècnic en tractar-se d’un camí nou obert per fer aquesta cursa. Un cop arribem al Mirador de la Papelussa, avituallament, i a continuar baixant. El camí al principi és una pista, però de mica en mica s’anirà fent en un camí on haurem d’anar a fila d’un.

Tercer tram (1,5 kilòmetres) (pujada)

Per mi el tram més díficil de tota la cursa. Es pugen quasi 150m de desnivell en aquest tram. A més a més, és d’aquells camins de muntanya que vas fent “s” per arribar al cim.

Un cop a dalt, tindreu bancs de pedra per descansar (si us fan falta), i dins de l’Ermita (en la terrassa interior) hi ha una aixeta amb aigua potable.

Montserrat des de l'Ermita de Sant Salvador de les Espasses

Quart tram (3 kilòmetres) (baixada i pujada)

S’inicia amb una baixada tècnica, on haurem de vigilar on posar els peus, donat que el terra té els típics forats de la terra erosionada per l’aigua.

Un cop abaix, una curta però dura pujada ens deixarà en un trencall on podreu contemplar de nou una nova imatge espectacular de Montserrat.

Nova vista de Montserrat

Girem cap a la dreta i tornem a combinar tram de baixada i pujada pel Coll de Bram.

Després passarem una zona per la cresta de petites muntanyetes, vigileu sobretot amb l’última. Una baixada de 3m i pujada de 3m en forma d’U, on us haureu de llençar amb forces per agafar l’inèrcia que us permeti fer la pujada.

Un gir difilcutós i continuarem baixant fins el Pla del Fideuer (2n. Avituallament).

Cinquè tram (3 kilòmetres) (tobogans)

Es la zona de pista on anirem una estona cap avall, una estona cap a dalt. Hi ha alguna baixada forta i alguna pujada forta (d’aquelles que cada cop que gires el camí puja més).

Abans d’acabar aquesta zona, el camí us deixarà veure els dos últims grans reptes (Ermita Sant Pere de Sacama i la Creu de Saba). Semblen a la mateixa alçada, però ja veure-ho que no és així.

La pujada fins als peus del camí de l’Ermita, es va complicant, i crec que molta gent haurà de caminar-la.
Ermita Sant Pere de Sacama

Sisè tram (2 kilòmetres) (pujades als dos últims cims)

Pujarem per un corriol fins a l’Ermita de Sant Pere i baixarem per la pista, fins al camí que ens portarà cap al punt més alt de la cursa (la Creu de Saba).

La pujada a la Creu no és molt difícil. Té algun tram que sí, però la resta és bastant assequible, encara que aquí les cames ja portaran molts kilòmetres i metres de desnivell i serà una incògnita coneixer quina serà la seva resposta.

Cada cop veure més a prop la Creu, fins a arribar a dalt. Aquí és un altre punt on val la pena perdre uns segons i donar una ullada a gran part del Baix Llobregat.

Vistes des de la Creu de Saba

Seté tram i últim (6 kilòmetres) (baixada i un últim engany)

A partir d’aquí tot és baixada. A l’inici força tècnica. Vigileu perquè hi ha canvis de desnivells bastant grans (40 cm) que fa que si baixes molt ràpid puguis caure.

Un cop arribat al Mas Puigventòs (nou avituallament), i continuarem pel camí en direcció al tram més bònic de la cursa, el camí del Samper.
Camí del Samper

És un caminet on vas per dins del bosc, és espectacular. Ara està una mica tocat per les ventades que van provocar caigudes d’arbres, però és impressionat. Fins i tot trobareu un banc en mig del camí, on hi ha el monument a l’Andreu Samper.

Deixarem el camí i quan veiem una font metàl·lica, girarem cap a la dreta i vindrà l’engany. Sí, uns 300 metres de lleugera pujadeta, que la farem en dos trams. Un primer de 200 metres i un segon dels 100 metres restants. Si el passem, només quedarà agafar el segon trencall a mà esquerra, i pel mig d’oliveres, ametllers i vinyes arribarem a la riera que ens portarà de nou a la Verge de Santa Oliva i cap a l’Ajuntament.

Espero que us serveixi l’explicació, i que sobretot podeu gaudir d’aquesta festa que han muntat l’Associació Esportiva Escolar de l’Institut Daniel Blanxart i l’Ajuntament d’Olesa.


Ens veiem.