dissabte, 20 d’abril del 2019

Trail Ermites Olesa (07.04.19)


3 meses. Si, 3 meses hace que no me pongo un dorsal. Que no siento de nuevo esas cosquillas, esos nervios, esas ganas de que todo salga como has soñado.

No he dejado de correr, eso es imposible ya. Estoy enganchado. Pero sí que he dedicado más tiempo a la family y a salir por puro placer, por liberarme de las tensiones del día a día, y por compartir esos minutos con mis amigos y compañeros.

Pero ya tocaba, y que mejor que hacerlo en la carrera de montaña que se hace en mi pueblo.

Como ya hace unos años, me apunto a la corta (12,6 kms). La larga la dejo para los valientes y para los de fuera del pueblo que no se conocen el recorrido, ¡jaja!

Mi participación en esta carrera ha sido en el tiempo de descuento. Hasta el lunes por la tarde no sabía si podría participar (temas de trabajo), pero al final me pude apuntar antes de que cerraran las inscripciones.

Pero como ya os podéis imaginar, hacía 6 semanas que me había pateado el recorrido cada domingo. Algunos (los primeros) con mi hermano Jordi, muchos con Efrain, y algunos otros con Fede y Sandra (con ella para que reconociera el circuito).

Y con este entreno, me vuelve el gusanillo de luchar por un objetivo. No es otro que conseguir mejorar mi marca (1h10’ en el 2017). Ya no hay vuelta, lo tengo entre ceja y ceja.

El viernes por la tarde paso a buscar los dorsales de Fede, Sandra y el mío. Y de paso apunto a Ona en la MiniTEO que se hará el sábado. Allí me encuentro con Jordi, Carles y Chus que están haciendo lo mismo.

El sábado por la tarde, nos acercamos a la plaza del Ayuntamiento para que Júlia y Ona participen en la MiniTEO (800m).

No son muchos niñ@s, sobretodo hay niñ@s del C.A.O. (Club de Atletismo de Olesa), pero ellas finalizan la carrera y se lo pasan bien.



(Comentario: Me encanta la solución que la organización ha adoptado desde su inicio en este tipo de carreras infantiles. Nada de padres, madres, abuelos, … Ponen unos voluntarios que hacen de liebres, repartidos por el grupo, y es todo más fácil y ordenado. ¡Enhorabuena!)

Y llega el domingo. Lo bueno de tener la salida a 10’ de casa, es que no debes madrugar mucho.

A las 8:45h, quedo con Sandra en la Rambla. Y antes de las 9’ estamos todos allí. Bueno, todos no. Jordi al final no vendrá. Ayer por la noche tenía 37,5ºC, y ha preferido no arriesgar.

Vemos la salida de los “valientes”, y nos vamos a dejar la ropa, bolsa y a calentar un ratito.

Una foto de equipo (gracias a Isa por la foto) y a la salida.



El GPS no se ha enterado todavía que hoy hay carrera, y le cuesta mucho coger la señal. Tanto que al final salgo más atrasado de lo que me hubiera gustado.
A las 9:30h, salimos.

El inicio es un poco estrecho y hay un pequeño tapón, pero rápidamente consigo escabullirme y puedo ir adelantando puestos.

Saludo a Fede, a Sandra, a Chus, a Marta y algún otro corredor.

A Efrain ya no lo pillo, me ha sacado unos metros y tampoco es cuestión de pasarme ahora y pagarlo más adelante.

Poco a poco el grupo se va estirando y cada uno va encontrando su hueco. Yo he hecho mi grupillo, y voy detrás de Carles.

Subimos a buen ritmo, y me encuentro bien. Las sensaciones son buenas, pero esto es muy largo y queda el trozo más difícil.

El primer kilómetro sale muy rápido, pero mi cabeza que ya tiene esos segundos ganados en la mochila, y que luego me dejaran subir la parte más difícil de forma más cómoda.

Ya pasamos por el lado de la piscina municipal y empieza el tramo de tierra. Aquí la gente ya no habla, el camino empieza a picar hacia arriba y hay que guardar todas las fuerzas posibles.

El primer gran repecho se hace notar, pero vamos adelantando todavía a algun@s corredor@s y eso me da fuerzas.

Antes de acabar el tramo más duro, dejo a Carles.

Por fin se acaba la subida. Ahora tenemos un par de kilómetros (creo que algo menos) de un falso llano que permite recuperar un poco las piernas. Intento no apretar y recuperar bien. Carles se vuelve a enganchar y volvemos a hacer un grupito de 5 corredores.

Si hubiera ido solo, supongo que hubiera aflojado, pero al ir en grupo hace que tú también aprietes.

Pero lo bueno se acaba, y se hace corto. Y ya estamos a los pies de la subidita que nos dejará en el Mirador de la Papelussa. Es uno de mis sitios favoritos (por no decir el favorito). Tiene unas vistas espectaculares de Montserrat, pero hoy no le podré dedicar el tiempo de otras veces.

En la subida vuelvo a dejar a atrás a algunos de los compañeros de viaje, pero al llegar a arriba, veo que igual me he pasado y tengo que hacer 3 o 4 pasos caminando. Carles me engancha y me pasa. Me anima para que le siga, pero creo que no voy a poder.

Al llegar al Mirador compruebo que sí, que he ido muy rápido. Por los entrenos que he realizado entre 28’45” a 30’ es un buen tiempo, y hoy lo he subido en 26’51”. Son 2’ menos que me ayudaran en mi objetivo.

Veo que el desgaste va a hacer mella, y que difícilmente voy a poder seguir con ese ritmo y esa progresión.

Paso a paso, veo como mis compañeros de grupo se me escapan, pero tampoco me preocupa. Mi objetivo va por buen camino, y eso es lo que me importa.

Llegamos al Pla del Fideuer. Recibimos los ánimos y encaramos el camino que nos llevará a la única cima del recorrido, la Creueta.

A tramos andando (el perfil pica) y corriendo (cuando suaviza), llego a los pies de esta ascensión. No es larga, unos 300 metros, pero se hace eterna, ¡jaja!

Suerte que arriba hay un voluntario tocando la flauta cada vez que un corredor llega a arriba. Esto hace que cada vez escuches más fuerte la sonata, y sepas que te queda menos.

Y por fin llego. Creo que según mis cálculos sigo con tiempo de conseguir la meta de hoy.

Ahora toca bajar. Primero por un tramo más técnico, el cual bajo más rápido de lo esperado. Llevo un corredor detrás que me va pisando los talones, y que no quiere pasar. Así que me toca apretar. Pero vigilando no hacerme daño.

Todo ello me lleva a llegar rápidamente al final de esta bajada, pasar volando por el avituallamiento (solo recogiendo los ánimos de los voluntarios, ¡muchas gracias!) y bajar todo lo fuerte que pueda. De hecho el primer kilómetro de bajada me sale por debajo de 4’/km.

Pero aquí ya me he quedado solo. Llevo a 3 o 4 corredores por delante (unos 800 metros) y no veo a nadie por detrás. Me siento como si estuviera entrenando un domingo cualquiera.

Igual porque he subido fuerte, porque no tengo presión y por voy viendo que al ritmo que voy conseguiré el objetivo, no bajo muy rápido. Pero con este ritmo recupero un poco las piernas. Sobretodo pensando en lo que todavía queda.

El camino sigue. Bosc del Gavatx, Camí del Samper, giro para hacer las dos subiditas del “Camino del Colesterol”, y a bajar entre las viñas y olivos, para llegar al pórtico de Santa Oliva.

Aquí me adelanta un corredor, al que tengo que avisar un par de veces, para que no se equivoque de camino.

Pasamos por la Plaça de les Fonts, y veo la llegada. Y veo que lo conseguiré. ¡Si!
Me da tiempo de irme hacia un lado y chocar manos con la gente que está allí, y entonces …

Mi cabeza piensa, si entrar al modo Dani Soriano.


Hecho la mirada para atrás. No viene nadie. Impulso y entro saltando.

Hace falta mejor la técnica y la foto, pero objetivo conseguido.

Tiempo final 1h08’44”. 1’16” menos que mi anterior MMP.

Contento. Muy contento.

Al poco llega Fede. Como no podía ser, esprintando con un chavalín, ¡jaja! Al final ha hecho 1h11’03”.


También veo a Efrain (1h05’51”) y a Carles.


Y esperando a Sandra, decido recorrer el camino al revés para acompañarla. Pero hago pocos metros, porque ya está en la recta final. Al final ha hecho 1h15’46”.


Hemos conseguido buenas posiciones en la clasificación: Efrain (20º), yo (28ª), Fede (39ª) y Sandra (64ª). Aunque como siempre solo recoge trofeo nuestra campeona (1ª categoría). Fede ha estado a punto (2ª categoría). Y también hemos estado a punto de subir como mejor equipo mixto, pero otro año será.

Ahora a seguir. El próximo día 1 de mayo en la Tuga Trail, y el día 05 de mayo haciendo de liebre de 55’ en la Cursa de Martorell.

Después, no lo sé. Ya os iré informando.