¡Sí, sí i sí!
No me gusta comenzar por el final, pero estoy tan
contento que no me puedo contener. Pero empecemos por el principio.
Todo comenzó hace tiempo. Me daba vueltas por la cabeza
hacer una nueva Maratón. Tenía claro que la tercera la haría fuera de Barcelona
(donde había hecho los dos primeras). Como le dije a mi amigo Fede, quería
tener una nueva chincheta en otro lugar.
Estuve pensando un tiempo donde hacerla. Sevilla me parecía una buena opción
(barata, planta, en buena época (sobretodo para entrenarla) y nunca hemos
estado por esas tierras), pero por el camino se cruzó Castellón. Tenía los mismos pros que la otra, y además, caía en el
puente de la Purísima, y mi mujer tenía familia en Burriana (unos 20’
al lado de Castellón), por lo tanto, ya teníamos campamento base.
Lo primero fue hacerme una prueba de esfuerzo, y vez los resultados fueron óptimos, ya nadie
me podía parar en esta aventura. Me apunté. Fui de los primeros 500 corredores que
ja teníamos claro el objetivo del año.
A partir de aquí, pasaron 14 semanas de entrenamiento.
Organizando el planning, para poder conciliar el entrenamiento y la vida familiar
(que paciencia que tienen Esther y Ona). “Engañando” a los compañeros de Los Martes y a JRDi69, para que me acompañaran en les series, tiradas largas, la media
maratón de prueba, y aquellos entrenamientos “agradables” a las 5h de la mañana
de los jueves. Os debo una parte de la medalla y lo sabéis.
Con el trabajo hecho, y con buenas sensaciones, el sábado
por fin bajamos a Castellón. Las dos últimas semanas han sido muy largas. Todos
los días tenía un dolor diferente, pero eran los nervios (supongo).
Llegamos a mediodía a Castellón y pasamos por la Pérgola a buscar el dorsal, la camiseta
y la bolsa de obsequios. La feria es pequeña, y a parte de la foto con el
recorrido no nos entretenemos mucho tiempo, aunque saludamos al padre de una
alumna que Esther tuvo hace unos años. Casualidades de la vida.
Una vez en Burriana, nos reencontramos con la familia. Ya
tienen preparada la comida. Hoy cargaré hidratos de carbono con una muy
buena paella.
Tarde de medio relax, e intentar no pensar mucho, aunque
que los primos de Esther me hacen preguntas sobre la maratón, y yo no me puedo
estar de contestarles. Creo que es nota mucho que estoy ilusionado, muy
ilusionado.
Antes de cenar, me dispongo a prepararme las cosas para
el día siguiente. Antes de poner el dorsal en la camiseta, cojo un rotulador y
como no podía ser de otra manera, escribo los nombres de todas las personas que
me han ayudado en este reto. Unos con su presencia, y otros con sus ánimos,
pero todos importantes, y por tanto, todos vendrán conmigo en esta aventura,
aunque solo yo pondré las piernas, ¡ja,ja! Como dice la crónica, esta maratón la haré por y con vosotros.
Si alguno no está en la lista, que no se enfade. Estáis todos en mi cabeza |
Después de cenar un plato de macarrones con tomate, para
la cama. Son las 22:30h. No me cuesta mucho coger el sueño, y duermo bien hasta
las 3:30h. Supongo que los nervios comienzan a hacer de las suyas, y sobretodo,
no quiero hacer tarde.
Por fin llegan las 6h de la mañana, y me levanto.
Comienzo a prepararme el almuerzo. Como siempre, un té,
un plátano, tostadas, y hoy como es un día especial, le sumo una manzana, unas
pasas y unas nueces.
Las típicas visitas al baño para vaciar, los últimos
whatsapps a los compañeros de Los Martes (agradeciéndoles su apoyo y ánimos) y
comienza el ritual de vestirse. Primero ponerse la vaselina en aquellos puntos
más delicados, y después ponerse la ropa de batalla.
Esther y su madre, también se han levantado. Ellas y Ona
serán mis fans de hoy.
A las 7h levantamos a Ona. La vestimos y a las 7:30h
salimos hacía Castellón.
En 25’ llegamos y aparcamos en un aparcamiento gratuito
que hay cerca de la salida. Está un poco lejos de la llegada, pero es lo mejor
que hemos encontrado.
Caminando despacito, llegamos a la salida. Son las
08:05h. Es pronto, la salida es a las 9h, pero he quedado con los compañeros de
corredors.cat a las 08:15h para hacernos
la foto de grupo.
Bajo con mis fans hasta la zona donde se encuentran las
furgonetas que llevaran nuestras bolsas hasta la llegada.
Me despido de ellas (ellas han de bajar hasta el punto
kilométrico 3). Aquí las emociones comienzan a salir. Sobretodo cuando les doy
los besos a mis chicas. Me desean mucha suerte y vuelvo a subir hacia arriba.
Cuando estoy cerca de la línea de salida, veo a Esquimal (un compañero de corredors), y
más tarde a dos más (los nervios hacen que no recuerde los nombres, lo siento).
Son las 8:30h y no aparece nadie más. Le hago una llamada
a JRDi69 (el compañero de corredors con
el que hice la Media Maratón de l’Anoia). Me dice que está a punto de llegar.
Nosotros decidimos bajar al guardarropía y dejar nuestras bolsas.
Ya no hay marcha atrás. Todo está preparado. Últimas
conversaciones, y presentaciones de nuevos compañeros (ToniVLC, Carsobe, ...) y
hacia la línea de salida.
Una vez dentro del cajón de salida. Últimos deseos de suerte
(o como decía Sosaku Runner por
twitter: “Los maratonianos no necesitan suerte,
necesitan Justicia”) los compañeros correcats que tengo al lado, y
comienzan los nervios. La pierna derecha se mueve toda sola, no la puedo parar.
La salida se produce unos minutos más tarde de lo previsto,
pero eso me permite ver al Tío del megáfono
(Alberto Barrantes) con su vestimenta rosa y su reto #MiRetoAECC (Asociación Española contra el cáncer) y con la cual je
colaborado, por tanto, es como si hiciera la maratón dos veces.
Comienzo a notar la vejiga llena, y no creo que se vacíe
sola. No puedo salir y decido que ya pararé más tarde.
Explosión de confeti, y la posterior traca, y ya
estamos en camino.
Los primeros metros son muy estrechos. Por un lado van
los corredores de la carrera de 10km, y por el otro los maratonianos.
Voy haciendo, sin preocuparme mucho, pero tampoco quiero
perder mucho tiempo en este tramo.
El paso por el primer kilómetro me marca un tiempo de
5’21”, por tanto, vamos muy bien.
La verdad es que el recorrido en su inicio hace bajada, y
entre eso y que las piernas están fuertes, los ritmos son más rápidos de los
que había previsto.
Antes del kilómetro 2, me adelanta JRDi69. Le comento que tendré de parar para descargar aguas menores,
y el me dice que no me quiere ver más hasta el final. Le digo lo mismo, hecho
que provocaría que los dos hemos conseguido nuestros objetivos.
Continúo bien, mirando el paisaje y escuchando los puntos
de animación. Pero cuando el reloj marca el kilómetro 3, ya solo tengo ojos para
buscar la manopla azul que lleva
Esther y que me indicará donde están. Unos pocos metros más y ya la veo (que bien
va el sistema, ¡jaja!)
Saludo mis fans y continúo.
Comienzan los avituallamientos y decido ir alternando, un
de agua, un de bebida isotónica.
Al pasar de nuevo por la línea de salida, veo los lavabos,
y apreto un poco para poder descargar. Un vez aliviada esta carga, vuelvo a
ponerme en el camino y a continuar con el seguimiento de la línea verde.
El camino hace ligera subida, pero me encuentro bastante
bien.
Giramos y hacía debajo de nuevo. Voy controlando el
ritmo, no quiero quemarme ahora y pagarlo más tarde.
Voy escuchando la conversación que llevan dos corredores
detrás de mí. No es que quiera chafardear lo que dicen, pero en esta zona no
hay mucha gente, y así voy entretenido.
Como aquel que no quiere, comienzo a entrar de nuevo en
el centro de la ciudad, y ya comienzo a reconocer el tramo por donde están mis
fans.
Vuelvo a mirar hacia delante, y allí está la manopla azul. Esther la mueve de lado a
lado, y cuando la veo yo levanto la mía y hago lo mismo. Ahora solo están
Esther y Ona, y le choco la mano a la pequeñaja.
Cojo esta fuerza y marcho. Ahora viene el tramo más duro, no por el recorrido, ni
por los kilómetros, sino porque no las volveré a ver hasta el kilómetro 31.
Un recorrido de ida y vuelta, te permite ir viendo a los otros
compañeros. Puedo ver a Hansi, Esquimal (que en el kilómetro 13 me hace
un gesto que más tarde comprendí, el gemelo que le hacía daño, le estaba fastidiando),
al ToniVLC (que iba muy fresco), y alguno más.
Por esta zona, me he buscado unos primeros compañeros de kilómetros.
Son dos chicos y una chica del UAC
Castelló. Por los comentarios que llevan, quieren hacer el mismo tiempo que
yo, por lo tanto, me uno a ellos, pero rápidamente los dejo. Parece que la
chica está sufriendo algún dolor en los cuádriceps.
Yo continuo y antes de coger el camino hacia el Graó de
Castellón (unos 8 kilómetros entre la ida y la vuelta), escucho chillar: “Ánimos correcat”. Me giro, no sé quién
es, pero me ha gustado y me ha dado ánimos. Poco después, cojo unos nuevos
compañeros de viaje. Son dos hombres del Club
d’amics del Clot de Burriana. Llevan un ritmo muy parecido al mío, y voy
cómodo. Poco a poco nos vamos juntando varios corredores y hacemos nuestro
“mogollón”.
Por primera vez, veo a unas chicas y chicos con patines
que te ponen réflex si lo pides. Es una buena idea de la organización, y que
mucha gente utiliza. Yo por suerte, todavía no, pero quien sabe lo que pasará
más adelante.
Todo continúa igual, hasta que antes de la media maratón
se desmonta el grupo, y me quedo con 3 nuevos compañeros. 2 de ellos son amigos
y van muy contentos. Uno va haciendo coña de todo lo que ve, y hasta, nos dice
que si queremos alguna “droga” (golosina, gel). Me giro y le digo que más que
unas “rulas”, quiero las ruedas de la chica del spray. Reímos y continuamos
haciendo.
Aquí conozco a mi ángel de la guarda. Todavía no sé cómo se llama, pero es un corredor
de Castellón que nos avisa que este tramo (del kilómetro 21 al 25) hace subida,
y que aunque bajemos el ritmo, después a la entrada de la ciudad, vuelve a ser
bajada y podremos recuperar.
Me cojo a él, y vamos haciendo los kilómetros a ritmo de 5’15”-5’20”.
Cuando estamos a punto de llegar a Castellón, los otros
dos compañeros marchan. Van más rápidos
Comienzo a hablar con el corredor que me está haciendo de
guía. El me va comentando cada tramo del perfil (ahora sube, ahora baja). Y poco
a poco, vamos haciéndonos más “amigos”. El me comenta que es su primera maratón,
y yo que vengo de Barcelona y es mi tercera. Hablamos de los motivos que nos
han llevado hasta aquí. Todo va sobre ruedas.
Por el paso del kilómetro
28 (en la rotonda), cojo a Carsobe.
Va sin los auriculares puestos, mala señal. Intento animarlo a que no se pare y
que consiga llegar hasta el final.
Un poco más adelante me encuentro a otro nuevo correcat (ratadesant). Va caminando. Le pregunto
si está bien, pero lo veo bastante fastidiado, (después he visto que no llego. Ánimos compañero y a por la próxima).
Pasamos per el avituallamiento donde se encuentran los
amigos del equipo (MIM) del mi nuevo
compañero, y él se anima. Lo dejo unos metros, no quiero malgastar fuerzas.
Finalmente consigo cogerlo, y ahora ya sé cómo se llama. Se llama Vicente.
Antes del kilómetro 30 consigo ver a JRDi69. No quiero apretar, pero cada vez está más cerca, y
finalmente lo cojo. Le pregunto cómo va y me dice que está sufriendo mucho de
los cuádriceps. El me pregunta cómo voy, y yo le digo que bien. Que he encontrado
a mi ángel de la guarda, y que vamos perfectamente. Le doy ánimos y nos emplazamos
a encontrarnos en la llegada.
Yo he cogido fuerzas nuevas, solo me queda un kilómetro y
volveré a ver a mis fans. A punto de
llegar al kilómetro 31 vuelvo a ver
la manopla azul. ¡Que alegría! Me abro un poco y me voy a buscarlas para chocar
de nuevo la manita con Ona. Esto da más fuerza que cualquier gel energético. Las
saludo y les digo que las vuelvo a ver en 4 kilómetros.
Ellas se han de desplazar unos 400 metros, por tanto, van
con tiempo suficiente.
Vuelvo al lado de mi “amigo” y vamos haciendo kilómetros.
Los pasos kilométricos son exactos (5’15”-5’20”). Vicente me comenta que el también ha tenido suerte de encontrarme. Sus
compañeros, que tenían que hacer la maratón con él con el objetivo de 3h45’, se
han quedado detrás, y ahora los dos nos vamos ayudando.
Como el que no quiere la cosa, llegamos al kilómetro 35.
Aquí voy pletórico. No quiero emocionarme, pero al ver a la family, apreto y mientras
choco la manita de Ona, le digo a mi mujer que vayan a la meta y que me vayan reservando una de esas redondas
que dan al finalizar la carrera.
Después de las emociones, vuelvo al ritmo. Vicente me dice
que disfrute del tramo más bonito. Es parecido a l’Avigunda del Portal de
l’Àngel de la Marató de Barcelona (además coincide con el mismo punto kilométrico,
el 36). Hay un montón de gente, y eso te pone a cien.
De repente, vuelvo a escuchar mi nombre. Me giro, y son mis fans que voluntariamente se han
presentado en el kilómetro 36,5. La alegría es máxima. No me lo esperaba, estoy
flipando.
Hago lo posible para controlar tantas emociones, y no
subir el ritmo. Lo consigo, y poco después del kilómetro 38 veo que mi ángel de
la guarda está sufriendo. Intento animarlo i no dejarlo, pero se queda.
Quedan 4 kilómetros, y los lucharé solo.
Por el camino encuentro a Esquimal. Está parado. Ahora entiendo el gesto que me hizo en el kilómetro
13. Intento que se coja a mí, pero a los 300 metros me dice que no puede con este
ritmo. Le digo que coja un ritmo que le vaya bien, pero que sobretodo llegue, le
falta muy poco, y ahora lo más importante es llegar.
Continuo al mismo ritmo, pero por el kilómetro 39 y pico, el músculo que hay en la parte delantera de la
tibia, se comienza a quejar. Pero hoy la cabeza está fuerte, y le dice que hoy
no se parará. Así que, primero pienso en ver algunos de aquellos patinadores con
réflex, y después comienzo a recordar
aquellas imágenes que he guardado de toda la época de entrenamientos. La carrera
con Carles en Sant Andreu (con su mejor
marca en 10 kms y el abrazo que nos dimos al acabarla), aquellos entrenos a las 5h de la mañana de los jueves
y sus malditas subidas (que rabia que me da aquella calle, ¡jaja!), aquel recibimiento con aplausos que me hizo la
familia francesa de Esther (me hicieron sentir todo un campeón), aquellos
entrenos de series con Sandra, y
aquellos entrenos donde Fede ha hecho
más de lo que ha podido para dejarme preparado, y toda la paciencia que Esther y Ona han tenido con estas 14 semanas de entrenamiento.
Per todo ello, la cabeza le dice a las piernas que no pueden y no pararan.
Con esta afirmación, el daño desaparece y llego al
kilómetro 41. Y todo cambia. Vuelve a haber mucha gente. Están expectantes, y
comienzo a levantar los brazos para que comiencen a animar, y lo consigo. Y
cada grito, cada aplauso, me hace volar.
A falta de medio kilómetro para llegar al 42, me
encuentro con aquellos dos corredores que me acompañaron entre los kilómetros
21 a 23. El amigo va un poco tocado, pero el otro va bastante bien. Al pasar
por su lado, le digo si todavía le sobra alguna “rula”. Se gira i rápidamente
me reconoce. Me felicita. Los dos estamos contentos, muy contentos.
Un giro, y empieza la última ligera subida. Escucho
gritos de: Campeones, Campeones!!.
No paro de saludar a todos los que nos anima.
Un nuevo giro, y ya busco, por última vez, la manopla azul. Y allí están. Mis 3 fans.
Saludo y veo como Ona lleva la camiseta
de Los Martes. La cojo de la mano y nos vamos a volar en los últimos 195 metros.
Un hombre de la organización me pide que vayamos por el lado
derecho, y así lo hacemos.
Ona me dice: “¡Papa lo has hecho muy bien!” Está súper
emocionada, y yo más.
Intento escuchar todo lo que me dice Ona, pero también me
vienen a la cabeza tantos recuerdos, tantas emociones, que casi lloro.
Unos metros más, y sí, ya hemos acabado. Ona, Los Martes, todos vosotros y yo lo hemos
conseguido. No sé el tiempo que he hecho, solo se que la he hecho toda
entera sin parar, he corrido toda la maratón. Tengo una felicidad enorme. Una mirada
al crono y no me lo creo. He hecho 3h46’16”.
Es impresionante. He bajado 23’ mi MMP.
Mi plan A era acabarla, el plan B era bajar de las 4h, el plan C era hacer
3h52’, pero bajar de aquí no lo creía. ¡Se había hecho Justicia!.
Aunque el dolor de piernas se nota, me giro. Quiero ver
si mi “amigo” Vicente llega. Primero creo que es un corredor que llega unos
segundos más tarde, pero no es él.
Continuo hacia adelante. No lo encuentro. Me ponen la toalla (que detalle, parece una tontería,
pero se agradece mucho), me sacan el chip, y por fin, me ponen la pulsera de
“finisher” y la medalla. Si aquella medalla que le había dicho a Esther que me
reservará en el kilómetro 35.
Vamos avanzando. Doy el chip a la causa solidaria. Como me
dijo Sherpa, si consigues MMP lo haces,
sino no. Entonces como lo he conseguido, lo donamos.
Es más, justo pasar ese tramo veo a Sherpa y puedo hablar
con él un rato.
Cojo un vaso de bebida recuperadora. Le doy un sorbo,
pero me sienta fatal. Lo tiro.
Ya he visto a Esther y a mi suegra, pero están detrás de
las vallas.
Espero que las masajistas hagan magia con sus manos en
mis piernas, y que pueda caminar un poco mejor, sobretodo por la tarde y al día
siguiente.
Mientras estoy aquí, veo a JRDi69, a Esquimal y a Carsobe. Los 3 han acabado, y eso también
me hace feliz. No encuentro a mi “amigo” Vicente.
Me hubiera gustado encontrarlo y darle las gracias por todo el tramo que hemos
hecho juntos (después pude ver que había llegado, y me soy feliz. Enhorabuena).
Poco a poco, vamos avanzando y llegamos a la zona de la
comida. Cojo un trozo de pizza, pero no tengo hambre. Ona sí, por lo tanto, se
la come ella.
En la caseta de l’Amstel, veo a JRDi69, y cojo una cerveza con limón, y hacemos un brindis. ¡Lo hemos conseguido, y se ha de celebrar!
Ya salimos de la zona cerrada, y finalmente puedo hacerle
un gran beso a mi mujer. Esta bastante contenta, me ha visto con buena cara
toda la maratón, y eso a ella la deja más tranquila. También recibo la
felicitación de mi suegra.
Antes de entrar a la Pérgola, vuelvo a ver al padre de
aquella alumna de Esther. Nos felicitamos mutuamente.
Recojo mi bolsa, y me cambio de ropa. Justo en ese
momento, me llama mi amigo Fede. Le
digo que ha ido todo muy bien, que estoy muy contento, y que el martes ya
quedaremos para explicar todas las experiencias vividas.
Una vez fuera, queda lo más difícil. Hacer el 1,2
kilómetros que hay hasta el coche. No voy mal, pero agradezco sentarme en el
coche.
Llegamos a Burriana,
subo las escaleras (bastante bien) y comienzo a enseñar mi medalla.
Una buena fideua, bañada con cava, para celebrar todo.
La tarde es monotemática. Es lo que hay, ¡jaja!
Como ya hemos comentado. Solo me queda dar las gracias a
todos los que habéis colaborado en este objetivo. Aunque que os parezca que no
habéis hecho nada, todos habéis sido importantes.
Dar las gracias a la familia de Esther. Como siempre, me he
sentido como en casa.
Por todo esto, por
y con vosotros, lo volveremos ha intentar. De eso no dudéis.
PD: Después de buscar la manera de
contactar con Vicente, envié un email a su equipo MIM (maratóimitja) y hoy he
recibido un email suyo con una foto. Ahora la felicidad es completa. Y después que me pregunten porque corro y
hago estas locuras.
Xavi
Muchas felicidades! Grandísima crónica, parecía que yo mismo la estuviera corriendo contigo. Yo también soy finisher de la Marató de Barcelona y este año mi objetivo será bajar también de las 4 horas
ResponEliminaPues a por ello. Hay que entrenar duro, pero si lo consigues la recompensa es máxima.
EliminaÁnimos!!
Madre mia jamas hubiera pensado verte asi de bien, contento y emocionado. Me alegro un monton que estes asi de feliz. Ya sabes que me acuerdo muxo de vosotros. Espero veros pronto. Un beso a las princesas.
ResponEliminaJaja! Cuando luchas por algo y lo consigues, el resultado es una felicidad completa.
EliminaBesos para tus principes!
Como diria un tipo que tu conoces "la feina ben feta no tė fronteras", y eso es lo que tu has hecho, un buen trabajo Mister.
ResponEliminaEl carreron que has hecho lo has clavado y mientras leo la crónica siento que he echo la maraton a tu lado, será por que son tantos años madrugando para entrenar contigo. Ha sido un placer acompañarte todo lo que he podido en tu andadura, me hubiese gustado acompañarte aún mas, incluso entrar en carne y hueso por ese arco en Castellón, otra vez sera Amigo.
Muchas Felicidades otra vez por tu triunfo y por estar ahí y ser como eres.
VOLVERÉ a estar en tus retos, no lo dudes e incluso los acabaremos juntos.
El Promesas
Fede
Gracias company! Esta medalla la compartiremos. La pròxima nos traeremos 2.
EliminaA recuperarse, que tenemos que dar mucha guerra.
Xavi muchas felicidades!
ResponEliminaNo sólo por la gran carrera que has hecho, también por el gran entreno, es admirable la capacidad de sacrificio que muestras cuando te marcas un objetivo, y lo metódico que eres.
Te mereces este resultado, y me alegro haber podido compartir contigo algún entreno, ha sido un placer
Ahora a buscar próximo reto y a poder prepararlo juntos!
Y no puedo dejar de mencionar la crónica, me ha encantado, has conseguido ponerme la piel de gallina
Enhorabuena Mister!
Sandra
Los Martes 😊
Las cosas cuando se hacen con ganas son más fáciles, y más si se comparte con gente que quieres y con la que te sientes a gusto.
EliminaLlevo unos días sin objetivo y lo necesito. Me alivia a no pensar en otras cosas negativas.
En la siguiente estaré fuera, animando para que consigáis acabar y triunfar en el Cinc Cims, pero después tenemos que ganar más trofeos juntos.
Un placer.
Xavi