A veces no escuchamos a nuestro cuerpo, o mejor dicho, no queremos
escucharlo.
La cabeza me decía que no, que ahora el cuerpo no estaba preparado
para sufrir, pero si un amigo del equipo te pide que le ayudes, ¡cómo vas a
decirle que no!
Esta historia comienza con el objetivo de Carles de bajar de 43’ en la Cursa de la Tardor de Sant Andreu de la Barca.
Le digo que no estoy por la labor, pero que si veo que los entrenos
previos van bien, lo intentaré.
Los entrenos no acaban de salir todo lo bien, que un “atleta” como yo
(sin unas cualidades físicas espectaculares) necesita. Le pongo ganas y
esfuerzo (eso siempre, soy mega disciplinado), pero la cabeza (pieza
fundamental en este deporte) no lo está.
Aun así, el domingo estamos allí, para conseguir el objetivo de
Carles, y de todos los compañeros de Los Martes que se han apuntado (Jaume,
Efrain, Jordi y Sergi).
Llegamos pronto y aparcamos cerca (punto muy positivo de esta carrera,
el parking público y gratuito que hay a 100 metros de la
salida-llegada).
Cogemos los dorsales y chalecos, y yo las gafas HITACHI que me tocaron
en el sorteo previo a la carrera.
Buscamos una cafetería para hacer un último avituallamiento, y
planificar la estrategia del día.
La estrategia es sencilla. El perfil de la carrera (subidas y
bajadas), obliga a ir rápido al principio, para después regular. Y en la
segunda vuelta, hacer lo que se pueda, sabiendo lo que se viene.
Al salir del café y dirigirnos a los coches para cambiarnos y empezar
a calentar, nos encontramos a Sergi y Sandra. Sergi nos hará de liebre, y
Sandra (en proceso de recuperación) se morderá las uñas y nos animará todo lo
que pueda, igual que Anabel (con Arnau en la barriga) y Júlia.
Calentando, puedo saludar a los compañeros de Corredors.cat. Me gusta
poder hablar de nuevo con Jordi, Pinelli y Carsobe.
Y ya nos colocamos en la línea de salida. Hoy un poco avanzados, para
poder salir sin tener que adelantar mucha gente.
A las 10h, cuenta atrás y a por ella. Salimos rápidos, pero era lo que
buscábamos. Me coloco detrás de los cuatro compañeros que buscamos esos 43’ (Efrain, Jaume, Carles y
Sergi). Jordi ya se ha marchado.
El ritmo no decae, y el segundo kilómetro (gran parte en bajada),
todavía es más rápido.
Vamos todos juntos, y cuando el perfil se normaliza, intentamos coger
ya nuestro ritmo de carrera. Sergi nos va controlando y por ahora nos dice que
vamos muy bién.
Este tramo tiene una parte de ida y vuelta, y nos deja ver y saludar a
Jordi.
Del punto kilométrico 2,5 al 3 empieza lo duro. Es una subida larga,
que a estos ritmos (4’18”) se notan en las piernas, pero todavía lo pasamos bién.
Aquí, Efrain, se empieza a marchar. Parece que la “flecha boliviana”
se ha recuperado de sus dolores (que lo han tenido dos semanas parados) y
vuelve a ser el que era.
Llegamos arriba, y recuperamos las piernas para un nuevo tobogán.
Primero bajamos, para hacer un giro de 180º que nos frenará totalmente
para afrontar un nuevo tramo de subida.
Pasado, ya nos vamos para el kilómetro 4. Por aquí, podemos saludar a
nuestras fans de hoy, y de nuevo aprovechar la bajada del perfil para cogerle
algunos segundos al reloj.
Y aquí empiezan los problemas. Sobre el kilómetro 4,5, las piernas
empiezan a notar que hoy no va ser un buen día, y la cabeza (que ya le faltaba
poco), me ayuda a despedirme de mis compañeros de viaje y dejar que se marchen
unos metros por delante de mí.
Afronto la nueva subida a mi ritmo, y veo que después del bajón
inicial, tampoco voy tan mal, pero me vienen ideas a la cabeza de parar en el
kilómetro 5, cuando pasemos por delante de la meta. Pero, le llevo la contraria
a la cabeza, y pienso que bajando el ritmo puede acabar esta carrera.
El paso por la mitad de la carrera, lo hago en 21’30”, pero también sé
que la segunda vuelta será peor.
Poco a poco la gorra blanca de Carles se ve más lejos.
Los kilómetros 6 y 7 vuelven a salir rápidos, pero también son los
menos exigentes, y aparte, recibo el apoyo de los compañeros (en el tramo de
ida y vuelta).
Pero llega el kilómetro 8 y la subida. Tengo que aflojar, y ya estoy
por los suelos (el peor kilómetro de la carrera, a 4’50”). No tengo la moral de
luchar, hoy estoy KO. Pero llego arriba, y consigo llegar a ver a Sandra,
Anabel y Júlia.
Mi cara, paga. Les digo que estoy fundido, y además ya he perdido la
referencia de los compañeros.
Pero quedan dos, y los acabaremos.
Intento no apretar, para no desfondarme y sufrir mucho.
Supongo que los corredores que llevo delante tampoco van muy bien,
porque consigo ir acercándome a ellos. Eso provoca que me olvide de todos mis
males, y poco a poco, vea la llegada más cerca.
Al pasar por delante la meta, veo que con un poco de suerte bajaremos
de los 45’ ,
y eso me da fuerzas. Pero también me despista, y me confundo de entrada a meta,
hecho que provoca que tenga que hacer unas “eses” no previstas para poder coger
el camino correcto.
Ya veo a las fans, y me desplazo para chocar la manita de mi sobrina.
Al final 44’31”, de sufrimiento.
Recupero, y ya veo a mis compañeros.
A los pocos segundos, llega Jordi de corredors.cat.
Poco a poco, y recuperado, paso a buscar la bolsa, el bocadillo y la
cerveza.
Hablo con Jordi, y le deseo suerte en su nuevo reto (Maratón de
Valencia). ¡Ojalá consigas ese sub 3h30’!
Después me voy al recuentro con mis compañeros de Los Martes.
Jordi ha entrado en 41’25”. Las últimas semanas no pudo entrenar como
tenía planificado, y decidió que lo mejor era bajar el ritmo y llegar con
buenas sensaciones.
A 9”
después de Jordi, llegó Efrain. Lo suyo no tiene nombre. Dos semanas parado por
un dolor en las costillas, y el tío se marca un tiempazo, en una carrera de
perfil difícil. Como dice Jaume, es la flecha boliviana.
Después llegó Jaume. ¡Qué progresión lleva! Cada vez está más fuerte,
y en pocos meses ha pasado de 45’
a los 42’40” de hoy, siendo su mejor marca.
Y que decir de Carles. El año pasado hicimos 43’43”, y este año lo
baja un minuto más. ¡Espectacular!
¿Y Sergi? Amigo, estás muy fuerte. Carles comenta que lo ha llevado
genial, y que no paraba de ir hablando todo el rato. Sabes que tienes un sub 39
en tus pies. Solo te falta, cuidarte más y olvidarte de las excusas. Lo
conseguirás en breve.
Ahora toca reflexionar. Creo que escucharé al cuerpo y le daré unas
semanas (2 o 3) de relax. Saldré algún rato, pero a pasear, por desfogarme del
trabajo y para pasármelo bien. Necesito liberar la cabeza y el cuerpo, para
revolver. ¡Y lo haré más fuerte!
De momento esta semana, a buscar setas con mi hermano (Jordi) y mi
padre. ¡Qué ganas tengo!
Y también aprovecharemos el tiempo para mover el tema de nuestra
camiseta.
Ah! Revisando por la tarde los resultados, compruebo que hemos quedado
en segunda posición por equipos. Sólo por detrás del Club de Atletisme de Sant
Andreu de la Barca.
¡Es espectacular! Qué orgulloso estoy de este equipo, de estos amigos. Algún
día la liaremos gorda, ¡jaja!
Y aún teniendo un mal día, he hecho mi quinta mejor marca. Siempre hay
que buscar el punto positivo de las cosas.
Por último, nos perdimos un jamón. Pensábamos que no había sorteo
final, y resulta que a Jaume le hubiera tocado un jamón. Ya podíamos haber
tenido una nueva excusa de volver a juntarnos todos y celebrarlo, ¡que esto nos
gusta!
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