Érase
una vez, un pequeño equipo de corredores amateurs, que consiguieron hacer
historia en la Maratón
de Barcelona.
Si
esta crónica fuese un cuento, comenzaría así. Pero lo más importante es saber
porqué lo hicieron.
Esta
historia comienza en Diciembre de 2016. 5 compañeros de Los Martes decidimos
que este año haríamos la Zurich Maratón
de Barcelona.
Algunos
debutan (Jaume y Efrain), y otros sumaremos una más a las que ya llevamos
(Fede, Sandra y yo).
En
mi cabeza, llevo dos años pensando, que si hago la Maratón , me gustaría
realizar un reto solidario, para ayudar a alguna causa benéfica. La idea no será
fácil, pero viendo lo que Miquel Pucurull ha hecho durante los 3 últimos años y
después de leer el capítulo 39 de su libro “Mai no és tard”, tengo muchas
ganas. Como se dice en el libro, aunque todo el mundo te diga que no, ¡hazlo!,
pero tengo la suerte de tener un equipo que le gusta el jaleo, y cuando se lo
propongo, se apuntan rápidamente.
Me
pongo en contacto con Miquel, que me da unos cuantos consejos y me dice quien
es la persona de contacto de la web de migranodearena.
Buscamos
una fundación, y después de mirar todas las que hay, nos decidimos por la Fundació Miquel Valls y haremos
un gesto por el ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).
Nos
ponemos en contacto con la gente de la Fundació (Anna Rigola) y nos dan el visto bueno
para poder empezar con el reto.
Con
todo esto, ya nos hemos comido el mes de Diciembre, y ya hemos comenzado a
cargar las piernas. Como siempre (o al menos en mi caso) siguiendo al dedillo
lo que marca el planning.
Así que finalmente, el 4 de Enero de 2017, creamos
el reto solidario y nos ponemos a trabajar.
(el reto continuará abierto hasta el día 12/04/17, por lo
tanto, si alguien todavía quiere colaborar lo puede hacer en este link)
Comenzamos
haciendo unos carteles explicativos de lo que queremos hacer, y lo distribuimos
entre nuestros contactos (familia, amigos, compañeros del trabajo, conocidos,
…).
También
hacemos difusión por las redes sociales (twitter, facebook) e intentamos
ponernos en contacto con los medios audiovisuales (radio, periódicos, …).
Como
todo comienzo, todo cuesta, pero poco a poco, la gente se va animando y vamos
consiguiendo algunas donaciones.
Los
entrenos continúan bien, y por ahora, la única preocupación es poder encontrar
dónde conseguir nuevas donaciones.
A
principios de Febrero, volvemos a hacer un recordatorio de nuestro reto entre
los contactos.
A
mediados de mes, conseguimos que la gente de Radio Olesa (Hotel Gori) nos hagan
una entrevista para hacer difusión del reto entre la gente de Olesa de
Montserrat. También conseguimos que el periódico La Bústia nos ponga un anuncio
en su publicación. Y por último, llamamos a “Tot és posible” de RAC1, para
hacer más difusión.
Esta
publicidad no nos aporta nuevas donaciones de gente que no sea conocida, pero
nos permite poder explicar mejor nuestro reto entre la gente que sí que nos
conoce, y poco a poco, la cantidad recogida va aumentando.
Entre
todo esto, hacemos la Maratest. Una
carrera de 30
kilómetros para probar el ritmo que llevaremos en la Maratón. La prueba sale muy bién
y la acabamos mejor de lo esperado y con muy buenas sensaciones.
Y
con esta alegría continuamos trabajando con insistencia, sumando pequeñas
donaciones. El esfuerzo da sus frutos. Conseguimos que el día 6 de Marzo tengamos
la cantidad de 3000€, que nos habíamos propuesto al principio del reto, y que
ninguno de nosotros creía que fuésemos capaces de conseguir. Pero ahora ya
estamos muy metidos, y ampliamos a 3500€, y ahora sí que creemos que vamos a
llegar.
Llega
el día 10 de Marzo, y hemos estado el quinto reto solidario que más dinero ha
recogido. Todo esto, de un total de 90 retos. Pero lo más importante, es que
iremos a la salida de la
Maratón con la primera medalla colgada, ¡hemos conseguido los
3500€!
La
satisfacción es máxima, pero el esfuerzo para conseguirlo también ha sido muy
grande, y tenemos (o tengo) miedo que me pueda pasar factura en la Maratón. Han estado dos meses
donde hemos trabajado mucho por el reto, donde hemos sido horas al sueño, y
donde no hemos descansado muy bien, intentando buscar formas de encontrar
nuevas donaciones.
La Sandra animándonos desde Noruega |
Es
un orgullo pertenecer al grupo de 98 retos solidarios de esta Maratón, que
hemos sido capaces de recoger más de 84000€. ¡Todos somos muy grandes!
Hecha
esta parte, ahora ya sólo queda hacer los 42195 metros del
recorrido por las calles de Barcelona.
Echaremos
en falta a Sandra. Por temas laborales, no podrá hacer la Maratón. Pero estará en
Noruega, siguiéndonos con su gorra solidaria.
El
sábado por la mañana, Fede y yo, y nuestras familias, pasamos por la Feria para recoger los
dorsales, las camisetas y nuestras gorras solidarias (regalo de migranodearena
y Asics, por ser corredores solidarios, y que llevaremos orgullosos el
domingo).
Hemos
estado casi 2 horas y media, paseando, viendo stands y charlando con algunos
corredores que ya conocemos, y conociendo a nuevos, como a Julián Iglesias.
Julián me ha traído un detalle, el cartel de la película que se hizo de los
Juegos Olímpicos de Barcelona. ¡Muchas gracias!
Con Sergio en la Feria del Corredor |
Nuestro Club de Fans |
Intentamos pasar la tarde lo más tranquilo posible, pero es difícil.
A
la noche llego a casa, y comienzo a prepararme todas las cosas para el día
siguiente.
Cojo
mi dorsal (10485) y le pongo las pegatinas de la Fundació Miquel Valls, del
#dorsal32 (en memoria de Fernando Leira Almagro, que nos dejo el día 01 de
marzo) y la foto del compañero de corredors.cat, Zenon (afectado también por el
ELA).
¡Esta Maratón va por vosotros! |
También
preparo el cartel que llevaremos en la espalda con las mismas imágenes que las
pegatinas del dorsal.
Y
por último, engancho por la parte de detrás del dorsal el nombre de las 142
(ahora 147) personas que harán esta Maratón con nosotros. Los 142 granitos de
arena que han hecho posible un sueño. ¡Ellos también correrán esta Maratón!
Gracias por hacer de un sueño, una realidad |
Dejo
preparada el resto de cosas, y a dormir, si puedo.
No
descanso mal, pero a las 5:30h ya estamos en pie.
Las
primeras sensaciones no son buenas. Me levanto con los cuadriceps cargados, y
esto no es buena señal. Pero también pienso que a lo mejor son los nervios, y
que con los primeros kilómetros desaparecerá.
Sin
querer preocuparme mucho, me pongo a almorzar. Un plátano, media manzana, 3
tostadas con Nutella, pasas, nueces y un te.
Me
pongo todas las protecciones (tiritas, vaselina, …) y me visto para la faena de
hoy.
Me
despido de mis animadoras, ellas todavía duermen, pero vendrán más tarde a la
llegada. Y hacia la calle.
Esperando
que vengan Efrain y Jaume, voy revisando los tweets que los maratonianos ya
empiezan a colgar. Pronto, aparecen y nos vamos a coger el coche.
A
les 7:01h ya estamos en Pallejà donde está esperándonos Fede.
Y
en poco más de 25’ ya estamos aparcados en el parking que nos ha dejado mi
compañero Miguel Ángel.
Tardamos
más en acabar de ponernos todas las cosas, que casi en llegar. Parece más que
vamos de boda, que a correr unos kilómetros, ¡jaja!
Pasamos
por un bar a hacer un café y hacer la última visita al WC.
Llegamos
casi a las 8:10h a las Torres Venecianas. Vamos con el tiempo justo de hacernos
la foto con el periódico La Bústia, y así agradecerles su implicación y poder
salir en la edición del mes de Marzo.
¡Protagonistas del mes! |
Y
hacia nuestro cajón. Aunque esto parece más difícil que todo lo que hemos hecho
hasta ahora. Finalmente, y sufriendo, conseguimos entrar en el cajón.
Ya
se comienza a palpar el ambiente de la Maratón. El ambiente es especial. Los
primeros ya han comenzado a correr, pero nosotros todavía estamos al lado de
las escaleras de las Fuentes de Montjuïc. La gente que hay encima del puente
comienza a aplaudir, y los corredores, también. Y se pone “la gallina de piel”.
Poco
a poco vamos avanzando, y llegamos a la Avenida María Cristina.
Veo
la cara que hacen Jaume y Efrain (debutantes hoy, aunque supongo que la de Fede
y la mía son similares), al ver toda la avenida llena de cabezas, de “locos”
por correr.
A
medio camino, vemos a Raül Llimós de RAC1. Le saludamos, y le decimos que somos
de Olesa de Montserrat. Él también nos saluda.
Unos
segundos más tarde, pisamos la alfombra de salida (unos 15’ más tarde que los
primeros).
Mirando
a lado y lado veo a Isidro López. Nos saludamos. ¡Que ilusión!
El
ritmo es lento, para el que queremos llevar hoy (5’20”/km), pero hay mucha
gente y ya tendremos tiempo de recuperarlo.
Cuando
vamos cerca del monumento de la Plaza España, Fede ve a Jordi. Es toda una
sorpresa, no nos había dicho nada, y me gusta. Me gusta saber que mi hermano
estará hoy por Barcelona, animándonos.
Después
de esto cogemos la calle de Sants. Corremos sin mirar mucho el crono, y sin
hacer muchos esfuerzos extras. Esto nos permite saludar a algunos corredores
(mario.cat de corredors.cat, …) y enseñar a los compañeros de Los Martes
algunas de las obras que realiza la empresa donde trabajo.
Efrain
comienza a escaparse, y cuando se va dando cuenta se va parando para
esperarnos.
Yo
llevo la bufeta llena, y veo que en algún momento deberé parar para
descargarla.
Los
kilómetros van pasando, y más rápido (o así me parece) de lo que nos pensamos.
No por el ritmo que es un poco lento del objetivo propuesto, pero es una buena
sensación.
Antes
de llegar al Camp Nou paro a liberar la bufeta.
Llegamos
al primer “monumento” que veremos hoy, el Estadio del Fútbol Club Barcelona.
Pasando
por aquí, que Fede hace más rápido (no sé porqué, ¡jaja!), sólo nos queda un
kilómetro de subida y llegaremos a la Diagonal (punto más alto de la Maratón).
A partir de aquí, comienzan 4 kilómetros con un perfil más bueno (plano y
bajada), que nos permitirá recuperar algunos de aquellos segundos que llevamos
de más.
A
media Diagonal, el que para a descargar la bufeta es Fede. Para no perdernos,
nos quedamos en el lado derecho, siguiendo la línea azul del suelo.
Fede
nos coge en unos segundos, y una vez recuperado, sigue haciéndonos algún vídeo
con la GoPro que llevaba en la mano.
El
paso por el kilómetro 10, es más rápido que los 5 primeros. Buena señal. No
hemos apretado, hemos aprovechado el perfil, y la gente se ha ido esparciendo.
Cogemos
la calle Tarragona, que hace bajada, y nos llevará hacia el Centro Comercial
Las Arenas. Conforme nos vamos acercando a este punto vamos mirando si vemos a
Míriam y los hijos de Jaume, aunque vemos que por el tiempo que llevamos va ser
difícil que hayan llegado.
Se
acaba la zona “amable” y cogemos la Gran Via de les Corts.
El
ritmo es el correcto, o deseado.
Nos
tomamos el primer gel. Llevamos muy bién los avituallamientos, y es importante
porque hoy hará calor. Ahora no, pero más tarde podemos sufrir.
Nos
acercamos al giro que nos dejará al inicio de Paseo de Gracia. Por aquí,
volvemos a mirar a lado y lado. Busco a un compañero del trabajo, Vicenç, que
me dijo que estaría por aquí. Pero al final encontramos a Jordi.
Le
preguntamos que hacia donde va ahora, y nos dice que a almorzar, ¡jaja!. Y
después hacia la Meridiana.
Antes
de pasar por la Pedrera, Fede se encuentra con una conocida suya, que nos
acompaña unos metros antes del kilómetro 15. Estos metros son tiempo suficiente
para que Fede le explique nuestro reto solidario, ¡que crack!
El
paso del 10 al 15 vuelve a ser muy bueno.
Después
de hacerle un poco de cachondeo a Fede, continuamos quemando kilómetros.
Julián Iglesias en acción |
A
medio camino, veo en el lado izquierdo, a Julián Iglesias. Parece que va
sufriendo. Intento animarlo, y le envío mucha suerte para que acabe.
Un
poco más adelante avanzamos a un corredor que lleva encima una Torre Eiffel de
tamaño descomunal. Jaume nos dice que debe ser una promesa que hizo por culpa
de la remontada del Barça contra el PSG, ¡jaja!
Sin
darnos cuenta, ya estamos al lado de un nuevo monumento de la ciudad, la
Sagrada Familia.
Justo
en la puerta de la Basílica, veo a Juan Jose Vilchez, un corredor de 65 años de
Olesa, que frecuentemente me encuentro entrenando por el polígono del Vilapou.
Hago
un sprint, y me acerco para saludarlo. Hablamos un rato, y nos deseamos suerte.
Pasando
por aquí, el tiempo mejora. Unas nubes han tapado el cielo, y hasta en algunos
tramos de sombra, hace fresquito.
Ya
buscamos la Meridiana, y así poder ver de nuevo a Jordi.
Y
no tardamos mucho en encontrarlo. Sólo girar, allí está con el móvil en la
mano, para hacernos alguna foto.
Lo
saludamos, y continuamos hacia arriba.
Por
el punto del kilómetro 19, lanzo un beso al aire, que seguro que recogerá el
compañero Zenon. El año pasado (antes de su muerte) estuvo por esa zona
animando a todos los corredores que hacían la Maratón, por lo tanto, era el
pequeño homenaje que todos los corredors.cat, le queríamos dedicar.
Pasado
este punto, ya buscamos a unos nuevos compañeros del equipo, Carles y Chus. Nos
dijeron que estarían por esta zona, por lo tanto, otra vez a buscar, cabeza
para un lado y para el otro, y a ver si los vemos. Y por fin, cerca del
kilómetro 20, los vemos. Los saludamos y giramos sabiendo que al girar los
volveremos a ver.
A
la vuelta, choque de manos, y hacia la media maratón.
El
tiempo ya se ha estabilizado, y vamos dentro del tiempo que nos habíamos
propuesto (me parece que sólo 10 segundos peor).
El
tramo ahora es de bajada, y eso las piernas lo notan.
Fede
se encuentra con un compañero suyo de la mili (Paco) y su mujer (Lourdes).
Antes
del kilómetro 22 y de dejar la Meridiana, volvemos a ver a Jordi, que nos dice
que ahora se va hacia la Torre Agbar.
Lo
dejamos y a continuar siguiendo la línea azul del suelo. Esto siempre me ha
recordado al programa que hacía Emilio Aragón siguiendo una línea blanca del
suelo, ¡jaja!
Por
esta zona, una chica que no conocemos, se acerca a Fede y le pregunta que si
vamos entre las liebres de 3h45’ y 4h. Fede le dice que s. Ella comenta que
quiere hacer este tiempo, y Fede le dice que nosotros también. Van hablando, y
Fede le comenta nuestro reto solidario. Su nombre es Idoia, y el lunes después
de la Maratón fue nuestra donante número 144. Si lee esta crónica, muchas
gracias, y enhorabuena por tu Maratón, 3h50’.
Pasamos
por el lado del Puente de Calatrava. Nos tomamos el segundo gel, y hacia la
Diagonal.
Esta
parte es para mí la más pesada.
Al
empezar los dos kilómetros y pico de subidita, le comento a Fede que no se
anime. Va fresco como una rosa. Que controle el tiempo y que si ahora tenemos
que perder unos segundos, después en el tramo de bajada ya los recuperaremos.
Es el primer síntoma que las piernas (y los malditos cuádriceps) comienzan a
quejarse.
A
media subida, volvemos a ver (ya no sé cuantas llevamos, ¡jaja!) a Jordi.
Todavía
nos ve con buena cara, y supongo que eso a él también le hace feliz.
Llegamos
a la Torre Agbar, giro de 180º y para abajo.
Sólo
comenzar este tramo volvemos a encontrarnos a Paco y Lourdes, que corren un
rato al lado de Fede.
Nos
animamos, y continuamos para volver a encontrarnos con mi hermano, y un poco
más abajo a Xavi Pommard, que nos acompañará (y nos hará de liebre en los
últimos 10 kilómetros).
A
Jordi lo vemos, pero cuando paso por el kilómetro 31, el dolor de los cuádriceps
comienza a ser insoportable, y me tengo que poner a un lado, y me paro.
Necesito estirar las piernas, y después vuelvo a correr.
Los
3 compañeros han marchado, pero como siempre mi amigo y escudero, Fede, se
queda.
Ahora
tocará tirar de cabeza y del comodín de Fede, ¡jaja!
Supongo
que Efrain y Jaume han encontrado a Xavi Pommard, porque yo no lo he visto.
Vamos
haciendo, el ritmo ahora ya es lo de menos, pero cada cierto tiempo tengo que
pararme a descargar las piernas y poder continuar.
Los
kilómetros pasan lentamente.
Antes
del kilómetro 34, Fede me da una pastilla. No sé qué es, si es un ibuprufeno,
una aspirina o un placebo, pero estoy en aquel momento que si sirve para
liberar las piernas ya me está bién.
Me
la pongo en la boca, pero soy incapaz de tragármela sin agua. Estamos a 400
metros del avituallamiento, y no parece que llegue nunca. La pastilla se está
deshaciendo en la boca, y el gusto no es nada agradable. Finalmente consigo
tragármela, y poco después ya puedo beber agua, y sacarme el mal gusto de la
boca.
Con
todo esto, llego al punto marcado con una cruz en las anteriores maratones de
Barcelona. Es una micro subidita que te hace pasar de un lado de la carretera
al lado del mar, salvando la Ronda del Litoral. Hoy voy fastidiado de piernas,
pero la consigo pasar sin caminar. Parece una tontería pero es una gran
victoria moral.
Por
la parte del Litoral, encuentro que este año hay más gente. Días antes de la
Maratón, se hizo una llamada para que la gente saliera a animar en este punto,
que siempre estaba flojo de público.
Puedo
ver a Jordi (Jrdi69) de corredors. Nos saludamos. Pero no puedo ver a Miquel
Pucurull. Supongo que el hecho que no nos conozcamos personalmente, todavía, y
que yo iba mirando más al suelo que a la carretera, ha estado el motivo de no
podernos saludar.
Las
piernas continúan haciendo daño, pero sólo son las piernas. Fede me aconseja
que haga pasos pequeños, que de esta manera no cargaré tanto los cuadriceps, y
más los gemelos, que todavía no se quejan.
El
sistema no va mal, e incluso, hay puntos donde el dolor de las piernas
desaparece. Como el resto del cuerpo se encuentra bien, cuando los cuádriceps
no se quejan, el ritmo y los pasos aumentan, y a los pocos metros vuelven a ir
cargados.
Como
podemos llegamos a la calle Marina, y de aquí hacia el Arco de Triunfo. Es un
punto muy bonito y con mucha gente, pero hoy no lo disfrutaré mucho.
La flecha boliviana hacia el éxito |
Al
pasar por debajo del Arco, vemos a Jordi. Se da cuenta que ya no voy fino. Nos
pregunta que si sólo son piernas o voy con malas sensaciones. Le contesto que
sólo son las piernas y que llegaré, tengo dos motivos para hacerlo.
El
recorrido ahora ya va por el centro de la ciudad. La zona de Plaza Cataluña y
Portal del Ángel está lleno de gente. Eso te anima i te hace sacar fuerzas de
donde no hay.
Con
esto, llegamos al punto kilométrico 38. Es el avituallamiento de los compañeros
de corredors.cat. Levanto la cabeza e intento buscar a Josep (wolves) y
finalmente lo veo. Nos chillamos, nos saludamos y me da fuerzas para conseguir
llegar hasta el final de la Via Layetana sin parar (he hecho casi un kilómetro
y medio sin pararme, el poder de la cabeza).
El
Paseo de Colón se vuelve a hacer largo, y sólo tengo ganas de comenzar a coger
el Paralelo, ¡jaja! ¡Quién me lo iba a decir!
Fede
llama a Isa (no hay nada como ir fresco), y les avisa que ya estamos por el
kilómetro 39. Que voy cascado, pero que llegaremos.
Con
esfuerzo llegamos al kilómetro 40. La cabeza sabe donde está el 41, en la
gasolinera, y también ya podemos ver el monumento de la Plaza España, por lo
tanto, esto se acerca a su fin, y a colgarnos una nueva medalla.
Ahora
cuesta, las piernas vuelven a hacer daño, pero también estás tan cerca, que
haces lo que puedes para llegar.
Pasamos
el 41, ya sólo quedan unos 1000 metros y esto se habrá acabado.
Antes
del 42, volvemos a encontrarnos con Jordi, por última vez. Madre mía, qué tute
se está dando. Yo creo que ha acabado más cansado que nosotros, ¡jaja!. ¡El año
que viene, ya sabes, a meterte dentro!
Y
con más tiempo del deseado, llegamos al giro. Ya veo el inflable de la lata de
Coca-Cola, y la manopla azul de Esther. Dejamos la trazada más corta, y en vez
de girar nos vamos a coger a Ona y Alexia. Las cogemos, pero yo dejo ir a Ona,
para darle un beso a Esther. Vuelvo a coger a Ona y nos vamos a volar en los
195 metros que nos faltan para tocar la gloria. Ona vuela más rápido que yo, y
le tengo que pedir que afloje, ¡madre mía!
Delante
nuestro va Fede y Alexia, que van grabando la entrada con el móvil y la GoPro.
Hablamos,
y por fin llegamos a la meta. No sé que tiempo he hecho, hasta que paro el
crono y veo que hemos hecho 4h04’06”. No es el tiempo deseado, pero no importa.
Bien mirado, he hecho mi mejor marca en Barcelona, bajando la anterior en 4’.
Después
de todo esto, me giro y me abrazo a Fede. Él tiene la “culpa” de que hoy haya
llegado hasta el final. Tener un amigo como él, no tiene precio.
Hago
10 pasos y paro. Se acerca una chica de la organización a ver si estoy bien. Le
digo que si, que sólo me duelen las piernas. Hago 10 pasos más y me vuelvo a
parar. Otro chico de la organización me recuerda que no deje sola a Ona. Pero
está controlada, la tengo a mi lado. Y después de estos 20 pasos, los dolores
desaparecen. Puedo caminar sin muchos problemas, y con Ona vamos a buscar la
medalla. Al final del pasillo, una chica me pone mi trofeo en el cuello. Me
gusta el nuevo formato, y además, esta medalla es especial.
Salimos
de la zona de avituallamiento, y nos vamos a reencontrar con nuestras fans.
Primero
encontramos a Isa, Paco y Lourdes. Nos felicitan.
Un
poco más tarde, encontramos a Míriam, Laia, Pau y Jaume. Al final ha sufrido un
poco de piernas, pero ha hecho 3h56’40”. ¡Muy bién!
Por
fin encuentro a Esther y a mi suegra (Conchi).
Les
comento cómo ha ido todo, y que estoy muy contento de haber acabado.
Después
de recuperarnos un poco, decidimos que ya es hora de ir a buscar los coches y
volver para casa.
De
bajada encontramos a Efrain y su familia. Está fresco como una rosa, y ha hecho
3h44’35”. Es el que menos ha entrenado y el que mejor ha acabado. Está hecho de
buena pasta. Son importantes las piernas, pero también la cabeza, y él tiene
una fortaleza mental muy grande, y juventud.
Vamos
bajando y la cabeza se olvida de las piernas, no estoy para correr, pero no me
hacen el daño que me hacían unos kilómetros atrás.
Todo
el camino del Paralelo, lo hago animando a los corredores que ya están a punto
de tocar la gloria. Intento llamar por su nombre, a aquellos corredores, que
van caminando, pero al escucharlo se ponen a correr y lo consiguen. A mi me
gusta oírlo, cuando voy sufriendo.
También
me da tiempo de decirle a mi mujer que esta medalla no se quedará en casa. Que
ya hace muchos días, concretamente desde el día 23 de diciembre de 2016, que
esta medalla irá para mi padre.
Desde
aquel día le detectaron un pequeño problema de salud y que quiero que la tenga
él. Él nos ha sacado adelante a Jordi y a mí, con todas las dificultades de
quedarse solo, cuando nosotros todavía éramos muy pequeños, y ahora sabe que
tenemos una nueva “Maratón” que haremos juntos, y que ¡esta también la
ganaremos!
No hay mejor sitio para esta medalla |
Sólo
me queda agradecer:
-
A los 147
donantes y al equipo de Los Martes, por hacer realidad un sueño que llevaba dos
años dándole vueltas. Y perdonad si he estado muy pesado, pero me hacía mucha
ilusión.
-
A la Fundació
Miquel Valls y a Anna Rigola, por dejarnos hacer este reto y ayudarnos a
hacerlo realidad.
-
A Olesa Radio
y La Bústia, por dejarnos expresarnos y comunicar lo que estábamos haciendo.
-
A Fede, porque
cuando las piernas no pueden, él siempre está allí. Así da gusto correr.
- A Sandra,
porque aunque estabas a miles de kilómetros de Barcelona, sabes que si nosotros
corremos, tu corres con nosotros.
-
A Jordi, por
el curro que se pegó (sin haber dormido mucho, gracias a mi sobrino Arnau) para
darnos ánimos por toda Barcelona. Y al resto del equipo que bajó a animarnos
y/o ayudarnos.
- A Miquel
Pucurull, por sus consejos. Para mí ha estado muy importante. Fue la primera
persona (externa al equipo) que supo lo del reto, y la primera persona que supo
que lo habíamos conseguido. Con muchas ganas de conocerte personalmente.
- A Esther y
Ona, que cada vez que hago una Maratón (y ya van cuatro), sufren el entreno, y
el día D. Preparar esto, te saca tiempo con la familia, y este año con el reto,
más todavía. Y siempre están allí. Os quiero.
Ahora
a descansar, a disfrutar del trabajo hecho, y a preparar la Trail Ermitas de
Olesa (aunque este año la corta, ¡jaja!). Sin tiempo marcado, sólo para gozar
de una nueva fiesta, y de celebrarlo con los compañeros de Los Martes.
Y
colorín colorado, este sueño se ha acabado, pero continuará …
Con todas las cosas que han pasado en ésta edición de la Maraton BCN 17, has hecho una buena crónica y muy bien resumida Xavi.
ResponEliminaEstoy muy contento de haber formado parte de éste doble reto, y poder haberlo echo a tu lado desde el principio hasta el final Amigo, lástima que Sandra no pudo estar en la carrera en cuerpo, pero, me consta que estuvo en todo momento controlando como nos estaba yendo.
Ésta, que es la sexta maratón de BCN en mi cuerpo, ha sido un regalo, ya que en el mes de enero me operé por un problema que afectaba a mi corazón, y, por lo que se ve me lo repararon bastante bien, no tuve tanto tiempo de preparar la maratón, pero, el haber echo el reto de L´ELA, me ha dado una dosis extra de fuerzas, y ha sido una de las que mejor y mas entero he terminado.
Yo también quiero dar las gracias, a todos los integrantes de los Martes, por el apoyo que han aportado, todavía tengo en la retina las subidas del campo de fútbol con Jaume, probando a ver si me saltaba el Holster, pero, todo indicaba que ya estaba reparado, a las salidas a la montaña con Xavi Pomar, que para la mente y la vista son lo más, para Jordi, que como bien dice el presi, es un subidón el apoyo que nos dio en muchos puntos durante la carrera, para Sandra, una amiga para siempre como diría Perét, que siempre está ahí para cualquier cosa que necesite, al igual que tú Xavi, que me quedé contigo en el Km. 31 hasta el final, y me quedaría siempre, las gracias te las doy yo, por dejarme correr a tu lado, y acabar juntos cualquier reto que comparta contigo.
Y sobre todo para mi Familia, Los enanos Marc y Alexia y para la persona que tengo en todo momento a mi lado Isa, mi media naranja, es una maravilla de compañera en todos los aspectos, sin ella, las cosas no serían como son, Te Esrimo Amore.
Un Saludo
El Promesas
Fede