No me acuerdo cuando y como,
pero hace unos días recibí una llamada de Oscar (RubgyMan) por si quería hacer
de liebre en la Cursa de Martorell. No tardé ni un segundo en decirle que sí, y
volver a defender la banderola de 55’.
Con todo esto montado
pasaban los días, hasta el viernes por la tarde. Un tweet del Carles Castillejo
y empezamos a picarlo a ver si pilla a nuestra última liebre (60’). Al ser un
circuito de dos vueltas, es posible que lo coja antes de que pase por la primera
vuelta. Carles tarda muy poco a entrar al trapo y aceptar el reto, ¡Qué grande!
¿Ganará la tortuga (en este
caso liebre) a la liebre (Carles Castillejo), o se cumplirá la fábula?
Y así animamos los días
anteriores, y presionamos a nuestro Carlos en su debut como liebre. ¡Qué
jodidos somos!
El domingo amanece bastante
tapado, pero en la web del Instituto Nacional de Meteorología (INM) pone que
solo pueden caer 4 gotas a las 8h y que no lloverá hasta después de las 12h.
Con Esther y Ona, que
también correrá en la carrera infantil, nos vamos a Martorell.
Aparcamos en un parking
cercano a la zona de inicio de la carrera.
Solo llegar ya veo y saludo
a Rafa Pérez (la liebre de 40’ y nuestro hombre mediático).
Con mis niñas, nos vamos a
recoger los dorsales, camisetas y bolsas.
No hay mucha gente y todo va
súper rápido.
Al salir, Ona y Esther se
quedan en un parque infantil que hay delante de la salida y yo me voy a dejar
las bolsas al coche.
Al volver me despido de
ellas y voy a buscar a las otras liebres que están bajando de hacer un café.
Por el camino saludo a Jaume
(compañero de Los Martes), Albert Valles, Gerard Franch y a David Francisco. Al
cual felicito por su segunda posición, en su categoría en la Marató de
Empúries.
Nada más entrar a la zona
del pabellón, ya nos encontramos a nuestro “contrincante”. Nos saluda, y pide
saber quién es el tal Xavi Crespo que lo ha retado, ¡jaja!. Le comento que por
el conocimiento que tengo con sus piques con Angel (@Contadordekm) y por comentarios
de Rafa Pérez, era fácil conseguirlo. Con el cachondeo, nos saludamos y nos
vamos a cambiar, todo ello, pidiéndole que antes de empezar se haga una foto
con nosotros (tal y como habíamos quedado por twitter).
La organización nos ha
dejado un vestuario para nosotros, cosa que nos facilita toda la gestión de
montar las banderolas, … Nos han cuidado muy bien.
Nos cambiamos y salimos.
¡Sorpresa! Está lloviendo.
Con la esperanza que sea un pequeño aguacero, comenzamos a calentar.
Decidimos hacer el primer
kilómetro para ver las dos subidas del recorrido.
Mis fans, se han ido a
refugiar al coche.
Hacemos ese último kilómetro
y el tramo final, y la lluvia no cede.
Seguimos dando vueltas en la
pista del Club de atletismo, y el agua sigue.
Mientras tanto puedo saludar
a Conxa Coca, que siempre es un placer.
Cuando decidimos parar, para
resguardarnos un rato, aparece Carles Castillejo, que lleva un rato buscándonos
para hacerse la foto con nosotros. Nos deseamos suerte, y empieza el reto.
Estamos unos diez minutos
escondidos bajo un techado, pero parece que esto no tiene pinta de parar. Al
final decidimos salir, y empezar a colocarnos en la salida.
Yendo para la salida me
viene a saludar una corredora. Es Esmeralda Zaragoza. Me pregunta si soy
LosMartesRun (mi avatar en Facebook). Me dice que siempre la etiqueto en Facebook
y que cuando vio que haría de liebre de 55’, era el momento de buscarme para
ponerme cara. Nos saludamos y nos deseamos suerte. Ahora ya nos conocemos.
Cuando estamos colocándonos,
y deseándonos que salga todo perfecto, veo a Josep Corzo (Wolves). ¡Qué
ilusión! Tenía que ser la liebre de 60’, pero hace días que me dijo que estaba
lesionado y que había optado por ceder la banderola. Le saludo, y me alegro que
esté allí, aunque sea para hacer los 5 kilómetros.
A las 10h, salimos. No hay
muchos corredores, y la liebre de 60’ casi no tiene gente. Yo tengo también
poquita gente. No sé si hay pocos inscritos o la gente con la lluvia se ha
puesto lo más adelante posible.
La primera subida llega
pronto, por lo que las piernas están enteras y lo hacemos sin mucho problemas.
Recuperamos en la bajada y hacia la segunda y última de las dificultades de
este circuito de 5 kilómetros.
Antes de llegar, y al pasar
cerca del parking veo a mis fans, que han salido del coche para saludarme. Me
alegro mucho verlas, y las saludo.
Aviso a todos mis compañeros
de grupeta que haremos la subida a ritmo tranquilo.
Y así lo hacemos. El paso
por el primer kilómetro nos sale clavado (5’30”).
Ahora el perfil ya es plano,
pero el suelo está muy mojado y hay varios charcos.
Algunos los podemos saltar
o esquivar, pero otras veces no nos queda más que pisarlos.
El segundo kilómetro también
lo pasamos en tiempo. Aquí ya podemos saludar a los compañeros que hacen de
liebre de 45’ (Jorfer), 50’ (RugbyMan) y a la vuelta a la liebre de 60’
(nuestro hombre, ¡jaja!) (Carlos).
Es difícil mantener un ritmo
porque el Polar se me vuelve loco, pero los kilómetros están saliendo sobre lo
planificado.
No llevo un grupo muy
numeroso, pero hay dos o tres corredores que hacen pinta que aguantaran bien.
Yo les voy cantando los tiempos, y diciendo que vamos muy bien.
Sobre el kilómetro 4, miro a
ver quién lleva dorsal rojo (5 kilómetros) para animarles a hacer el último
esfuerzo. Algunos se van y otros siguen al lado.
Cuando estamos cerca de la
glorieta que nos dejará en la bajada de línea de meta, veo a Carlos. Le digo
que no veo a Carles, o sea, que tiene pinta que ganaremos el reto.
En la bajada, avisamos a los
corredores de la carrera corta que se deben ir al lado izquierdo de la calzada,
y los de la carrera larga nos quedaremos a la derecha.
Ya hemos dejado a los
compañeros que han finalizado su carrera de 5000 metros, y nos quedamos con
menos gente al lado.
Los speakers van diciendo
que lo estamos haciendo bien, y que estamos cuadrando los tiempos. Primer cinco
mil en 27’34”.
Ya veo a los voluntarios que
están repartiendo las aguas. Les pido si tienen una con tapón. No me hace
falta, pero la llevaré en la mano por si alguien del grupo la necesita más
adelante.
Vuelvo a repetir a mis
compañeros de grupo que haremos las subidas más lentas y las bajadas un poco
más rápidas, pero que sobretodo que cada
uno la haga a ritmo cómodo. Quedan muchos kilómetros y es preferible no hacer
esfuerzos ahora y recuperar después, donde el perfil es más favorable.
Al pasar de nuevo por la
parte trasera del parking, veo otra vez a mis fans. Hoy no voy a tope, pero
como me motiva. Las saludo con mucha ilusión, y nos vamos para la última
subida.
Empieza la subida y me quedo
solo con dos corredores. Hay un padre y un niño que se han quedado y otro
corredor con ellos.
Al pasar por el kilómetro 6,
perdemos 13”, pero el perfil de ahora es favorable y los podremos recuperar.
Hay menos corredores, y en
las zonas donde nos cruzamos, intento animar a todos. Creo que lo consigo,
porque alguna sonrisa puedo ver.
Hemos aumentado un poco el
ritmo para recuperar ese decalaje, y hemos conseguido ir pillando a algún
corredor que ya está sufriendo.
La lluvia no ha cesado, y
ahora ya que no lo haga hasta la llegada, que así queda más épico. Y con todo
ello, es de agradecer a los pocos valientes que con paraguas o chubasqueros han
salido a animarnos. Por ello, a cada uno de ellos le doy las gracias.
Yo sigo con mis dos
corredores al lado, y que les digo que ahora ya no pueden despegarse de mí. Y que
los que llevamos unos metros más atrasados, se tienen que pegar.
Antes del kilómetro 4,
pasada la Rambla de les Bòbiles, tenemos una zona de ligera bajada que nos
permite recuperar las piernas.
Por esta zona, veo a Jorfer
con la bandera en la mano. Le pregunto ¿qué hace? Me dice que va a buscar a
Paco, un amigo suyo que ha venido a hacer la carrera y que he ido animando
mientras nos cruzábamos.
En el kilómetro 9 ya hemos
recuperado los segundos perdidos y tenemos alguno de margen.
Y setecientos metros
después, me quedo solo. Todos han apretado para conseguir recortarle algunos
segundos más al crono.
Y entro a mi ritmo, con los
speakers animándome para que entre en meta cuando el reloj marque 55’, pero no
cuenta que hay unos segundos de más (la diferencia entre la salida de los
primeros y la nuestra).
Al final paramos el crono en
54’48”.
Pronto viene uno de los
corredores que he llevado todo el rato al lado para decirme que ha hecho marca,
que ha hecho 54’20” y ha bajado 10” su marca. ¡Wow! Eso me pone todavía más
contento con el trabajo hecho.
Me giro y espero a que
lleguen otros corredores de los que han ido con nosotros hasta casi el final.
Saludo al peque que ha hecho los 10 kilómetros con su padre. Y después espero
que llegué la liebre de 60’.
Y por fin ya vemos la
banderola en la parte superior de la recta final.
Y como un reloj suizo, cruza
la meta cumpliendo con su objetivo.
La primera pregunta es: ¿Te
ha pillado Carles Castillejo? A la que nos dice que sí, que faltando 60 metros
los ha cogido. Pero que una vez pasada la meta (en 30’11” y con lluvia, menudo
crack), se ha parado para chocarles las manos. Este es el espíritu que me gusta
de este deporte. Élite y populares juntos, haciendo de esto una gran fiesta.
¡Bravo!
Enhorabuena Carles, pero
volveremos a intentarlo ¡jaja!
Empapados, decidimos ir a
desmontar las banderolas, ducharnos y cambiarnos.
Una vez recogido todo y
arreglados, podemos comprobar la faena realizada:
- Liebre
sub40 – Rafa Pérez – 39’56”
- Liebre
sub45 – Jorfer – 44’59”
- Liebre
sub50 – RugbyMan – 49’54”
- Liebre
sub55 – Xavi Crespo – 54’48”
- Liebre
sub60 – Carlos – 59’55”
Después de la satisfacción
del trabajo bien hecho, tocaba disfrutar de la carrera de mi peque.
Ya veo a mi mujer poniéndole
el dorsal a Ona. Hará la cursa de 700 metros. Los primeros 300 metros en subida
y luego plano y para abajo.
Ha salido controlando el
esfuerzo y en la subida le puedo animar y hacerle una foto.
Al comenzar la bajada la veo
que esta aprentando, ¡jaja!
Corriendo detrás de ella
llego a meta y ya la veo con Esther. Está cansada pero se lo ha pasado súper
bien. Vamos a recoger un plátano, una botella de agua y una botella de Powerade
Zero (que ha gastado muchas energías y quiere recuperarlas, ¡jaja!).
Por la tarde, veo que ha
hecho 3’34” (36” menos que el año pasado) y que ha quedado cuarta de categoría.
Ahora dice que quiere entrenar, ¡jaja!
Solo me queda dedicar esta
carrera a todas las madres, pero especialmente a 5 de ellas. A la mía, que se fue
siendo mi hermano y yo muy pequeños. A mis 3 madres “postizas” que sin serlo me
han cuidado como a un hijo. Ellas son Joaquina (mi segunda madre), Conchi (mi
suegra) y Mari (la madre de mi mejor amigo, Bernie). Y como no a mi mujer, que hace
7 años que es madre y trajo al mundo la niña más bonita del mundo.
Y también se la quiero dedicar a Enrique, del
Bar Los Faroles de Sant Joan Despí. El miércoles tuvo un pequeño “susto” que lo tendrá unos días
en el Hospital, y que le ha roto el sueño de hacer el camino de Santiago
caminando. Es el dueño del bar donde llevo 12 años almorzando, y la persona que
durante todos esos días siempre ha estado allí, para hacerte una broma y
sacarte una sonrisa, aunque no fuese tu mejor día. Esperando que se recuperé
rápido y cumpla su sueño. ¡Ánimos!
Collons quian crónica mes maca. Un plaer Xavi i fins la propera.
ResponEliminaBuena crónica como siempre my friend, pronto tendrá que esperarte en las carreras tu princesa con esos ritmos que empieza a llevar, y ahora que va a entrenar, ya verás ����.
ResponEliminaEspero el año que viene estar en Martorell para poder correrla y que me hagas de liebre de sub 40 ��
Un Abrazo
Él Promesas
Fede