Al acabar la carrera de Martorell confirmé que volvería a
hacer de liebre en la 3ª Carrera Popular Correos Express Sant Adrià por la ELA.
Era una carrera especial para mí. Después de dos años realizando retos
solidarios para recoger fondos para la Fundació Miquel Valls, no podría no
estar allí. Y si además, podía sumar, ayudando a otros corredores y corredoras
a realizar sus sueños realidad, no podía perdérmelo.
Gracias a los amigos de corredors.cat, volvería a llevar una
de esas banderolas. En concreto la de 50’. Con mucha responsabilidad, como
siempre que hago de liebre, y con algo de miedo. Le quitaba la banderola al
capo de las liebres, Manolo. Él es todo un reloj suizo de los buenos, y me daba
miedo, no hacerlo bien.
Por ello, estuve 3 semanas entrenando el ritmo, para ver que
me sentía a gusto, y notar que todavía las piernas aguantarían estas 3 semanas
que le faltan de temporada.
Conseguí que Fede, mi amigo de Los Martes, también se
apuntará, por lo tanto, decidimos bajar juntos. Como su suegra vive allí, y él
conocía mejor el terreno, bajamos con su coche.
A las 7:10h ya me pasa a buscar por casa.
35’ de trayecto y otros 10’ para encontrar un aparcamiento.
Pero al final nos sale bien, y aparcamos a tres calles de la línea de salida.
De camino empiezan a caer 4 gotas, nada del otro mundo.
Recogemos los dorsales nuestros. Aviso a Manolo, pero
todavía no ha llegado. Saludo a Quico, y juntos cogemos los dorsales del resto
de liebres (Gemma, Daniel y Manolo (Jose y Quico ya lo tienen)).
En ese momento, Fede se da cuenta que se ha dejado el chip.
Habla con los de la organización, y finalmente le dan un chip para colocar en
el dorsal.
Nos vamos a hacer un café, al cual nos invitan los
cumpleañeros (Quico y Jose) ¡Muchas gracias!
Unos minutos de charla, y al lío. Que hay que cambiarse y
preparar las banderolas.
La organización nos deja un espacio en la carpa de La Sansi.
Allí podemos montar todos nuestros cachivaches y cambiarnos, y de paso dejar
las bolsas.
Mientras los demás se acaban de preparar, Fede y yo nos
acercamos al stand de la Fundació Miquel Valls para saludar a Anna Rigola. No
podemos hablar mucho, porque rápidamente me llaman para la foto de las liebres.
Hecho el postureo, ¡jaja!, nos vamos a deshacer el último
kilómetro y así comprobar si está bien medido y calentar un poco.
Manolo nos va contando como es el perfil y la estrategia a
seguir.
Pasamos el kilómetro 9, y Manolo decide ir a comprobar el 8.
Y así lo hacemos, todos menos Gemma que se ha vuelto a la meta. Con la tontería
llevamos casi 3 kilómetros y faltan 8’ y no estamos en la salida. Apretamos un
poco y llegamos a nuestros puestos cuando faltan 5’ para la salida. Con el
tiempo justo de coger señal y beber algo de agua que Fede ha ido a coger.
Hay mucha gente y eso mola. Cuanto más seamos, más reiremos
y más dinero para la Fundació y los afectados por la ELA.
Con el calentón, noto que hace o va a hacer mucho calor.
A las 9:27h, minuto de aplausos en recuerdo de Isabel Rojas
y de todos los afectados por la ELA.
Y a las 9:30h, empezamos.
La salida es complicada. Mucha gente, no todos colocados en
el cajón que les tocaría, y tienes que hacer inventos para poder coger el
ritmo. A parte, muchos giros, pero lo vamos consiguiendo y volvemos a pasar por
el arco de salida, con un ritmo bastante bueno. Justo en este momento adelanto
a la dupla TV3 (Arcadi Alibès y Xavi Bonastre). Xavi, que reaparece hoy después
de una operación, me llama por mi apellido. Me giró y le saludo. Se enganchan a
mí. Todo y lo difícil que ha sido
pasamos el primer kilómetro en 4’56”. Fede que lo llevo unos metros por delante
de mí, me lo confirma.
Dejamos de callejear y ya encaramos la calle que nos llevará
hacia la playa. Entre que es más ancha y ya nos hemos podido estirar, todo
vuelve a la calma, y ya solo nos tenemos que preocupar de coger el ritmo de
crucero.
Antes de pasar por debajo del primer puente, los que hacen
la de 5 kilómetros se tienen que ir hacia la derecha, para volver por dentro
del Parque Fluvial del Besòs hacia la meta.
El resto nos vamos hacia el primer baja-sube. Como siempre
que hago de liebre, les digo que cojamos algo de impulso (sin apretar mucho),
para después subir más relajados.
Así lo hacemos, y seguimos.
Aquí el bochorno empieza a hacerse notar, y suerte que no
hay un día claro de Sol.
Los kilómetros van pasando y vamos salvando los nuevos
pequeños escollos que nos deja el perfil de la carrera.
Ya estamos a tiro de piedra de la playa, y por la zona del
polígono, me tengo que agachar para no tocar con la banderola en un control de
gálibo.
En esta zona hace falta vigilar en los giros, por la
presencia de arena en el suelo, que puede provocar un resbalón e ir al suelo.
Voy picando cada paso por el punto kilométrico, pero el
cuarto no lo veo.
Pasado este punto, llega la subida más larga (200m) y con
más desnivel de todo el perfil. Vuelvo a recordar que vamos muy bien de tiempo,
por lo tanto, la subiremos más relajados para llegar con más piernas a arriba.
La pasamos muy bien, el grupo sigue siendo compacto y
amplio, y eso me gusta.
Un giro de 180º y a por el avituallamiento. Les recuerdo que
no se lo salten, que hace mucho calor y luego les puede hacer falta.
Fede se para, y me coge una botella con tapón. Me gusta
llevarla por si luego más adelante alguien necesita.
El paso por el kilómetro 5 es de 24’30”. Es rápido, pero
como dijo Manolo en esta parte del recorrido hay que ganarles unos segundos
para ir más relajado en la parte del río, que sube e iremos con el aire en
contra.
El kilómetro 6 nos vuelve al polígono y a cruzar de nuevo el
puente para volver al lado de Sant Adrià del Besòs. Nos sale algo más lento,
pero también ha ido bien para reagrupar el grupo.
De allí nos vamos a una zona adoquinada, que todos
intentamos evitar.
Nos cruzamos con Manolo. Nos saludamos.
Me tengo que bajar de la acera, porque las ramas de los
árboles están bajas y me las voy a comer todas con la banderola.
El ritmo sigue siendo bueno, y el grupo amplio.
Y llegamos al río. Bajamos una rampa y nos quedan unos 1500
metros rectos hasta llegar a la rampa de salida del río.
Como hemos podido comprobar en el calentamiento, el
kilómetro 8 no está puesto (después he sabido que fue así, porque en caso de
lluvia cerraban el camino del río). Intento cuadrarlo con el GPS. Veo que vamos
bien.
Los ánimos de la gente ahora son más para que no se
abandonen, ahora tienen que apretar los dientes, porque una vez salgamos del
río ya lo tienen hecho.
El calor se va notando (y tengo que beber de nuevo de la
botella que llevo), y el viento también.
Pero por fin llega la rampa, giro 180º y ya vemos el
kilómetro 9.
Les aviso que cuando lleguemos al final de la calle, en el
giro quedaran 500 metros. Y se nota el efecto meta. La gente empieza a apretar
y eso me gusta. Es señal que no han ido asfixiados y que les quedan fuerzas
para arañar algunos segundos más a ese sub50’.
Al girar veo a Manolo, que nos anima.
Le doy las gracias y sigo a lo mío. Ya queda poco y saldrá
bien otra vez.
Dos giros y ya estamos a 80 metros de meta. Intento animar a
los que llevo unos metros por detrás, lo tienen.
Mi fiel escudero |
Me encanta esta foto! |
Fede se espera y entramos los dos juntos, chocando las manos
y haciendo el gesto por la ELA.
Al final 49’23”. Un poco rápido pero el GPS me ha dado
9,87kms. Me hubiera gustado clavarlo un poco más, pero estoy contento porque he
llevado a un grupo grande mucho rato, y muchos de ellos al final se han ido
hacia adelante, por lo tanto, buena señal.
Alguno viene a darme las gracias y eso me llena. Al final,
es como un trabajo, y a todo el mundo le gusta que le digan que lo ha hecho
bien.
Esperando a ver si llega la liebre de 55’, me viene a
saludar otro corredor @robert_vilanova. Me dice
que no ha podido seguirme. Que al final hizo 52’ por colocarse mal en el
cajón. Le digo que eso tiene solución, que a la próxima se coloque a mi lado, y
lo volvemos a intentar. Así quedamos.
Recogemos los víveres, y a cambiarnos. Pasando por las fotos
de rigor.
Ya llegan el resto de compañeros. Como siempre y por enésima
vez, lo hemos vuelto a hacer muy bien.
Fede avisa a su suegra, que se acerca a vernos.
Nos despedimos de Anna de la Fundació, y para casa.
Hemos disfrutado, hemos hecho disfrutar a mucha gente, y
encima hemos colaborado por una buena causa. ¿Qué más podemos pedir?
Ahora me toca recibir a los correcats a mi casa, el próximo
domingo en la Cursa del Foc. Pero antes nos daremos una vuelta por los 1000m
socials de Corredors el sábado 16.
¡Ah! No creo que ganemos los Premios Migranodearena a las
personas más solidarias, pero si alguien nos quiere dar una ayuda os dejo el
link donde lo podéis hacer. Solo es 1 minuto de tiempo.
https://premios.migranodearena.org/categoria/77/
(Fotos by Carlos Sancho, JJVico, Fernando, Federico, ...
Gracias a todos por estos recuerdos)
Buena crónica, como no, la verdad es que yo también me lo pasé muy bien, la sensación de correr para los demás, como tu haces cuando haces de liebre, tiene que ser muy gratificante tal y como cuentas.
ResponEliminaA ver si tengo el honor de hacerlo con la bandera a las espaldas y evidentemente contigo al lado, para poder tener esa sensación.
Ya sabes que cuando, como y donde quieras ahí me tienes para acompañarte, es todo un gustazo tener un amigo como tú con el que compartir estos ratos.
Hasta la próxima presi.
El Promesas
Fede
Este domingo lo volvemos a repetir, pero si bandera. Pero con Daniel
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