Es 23 de Abril de 2017, Sant Jordi, y coincide con la Mitja Maratón de Montornés. La
edición número 24 y la segunda para un servidor.
Éste año vuelvo a correrla con mi amigo Paco, aquella persona que hace
30 años conocí haciendo el servicio militar en Munguía, y que a día de hoy
somos amigos de los de toda la vida.
Son las 6:30 de la mañana y no ha hecho falta que suene el
despertador, ya que no he podido dormir en toda la noche, como casi siempre que
tengo una carrera. Me levanto sin hacer mucho ruido y al cabo de media hora se
levanta Isa, que también me acompaña junto a Marc y Alexia en ésta ocasión. Porbrecillos,
que madrugones les hago hacer en sus días de descanso para que me acompañen a
las carreras.
Me tomo mi zumo de limón de rigor, una tostada y un plátano, para el
ritmo que llevaremos será suficiente para aguantar los 21095 metros . Cuando
ya estamos todos preparados salimos de casa. Son las 8:00h de la mañana,
puntualidad inglesa.
Llegamos a casa de Paco a las 8:45h, la carretera esta casi vacía, no
tiene nada que ver con un día entre semana. Estamos llamando al timbre, pero no
hay manera de que nos abran, estos zánganos están durmiendo. Por fín abre la puerta Paco y detrás
con cara de sueño salen Lola y Lourdes (su hija y su mujer).
Son las 9:30h cuando salimos de su casa. Paco y yo vamos dirección a
la salida de la carrera. Está lleno de corredores y corredoras por todos los
lados, más de 2000, que no son pocos. Calentamos un rato y las pulsaciones las
tengo un poco altas, Paco tampoco es una rosa, también tiene sus cosillas, yo
diría, que está peor que yo, ¡jejeje! pero no habrá obstáculo que nos pare,
hemos venido a bajar de 2 horas y lo conseguiremos aunque sea en ambulancia.
Empieza a hacer calor, menos mal que Paco me ha hecho caso en quitarse
la camiseta de manga larga que tenía debajo de otra camiseta, se hubiese asado
de calor seguro.
Estamos en la salida, y miro a la derecha y veo a la veterana y su
acompañante, son dos personas que vemos en las cuestas de Rubí cada vez que salgo
a correr con José y Antonio al mediodía en el trabajo. Nos saludamos y hablamos
un poco hasta que a las 10:00h, se escucha el pistoletazo de salida y nos
deseamos suerte.
Empezamos a correr sin prisa y ya nos están adelantando por todos los
sitios, es una carrera para charlotear con mi amigo, para disfrutar del recorrido
y de la gente que corre a nuestro alrededor.
En el km 1, mas ó menos, nos pasa la liebre de 1 hora 45, y pegada a
ella va Raquel, una exnovia de cuando yo era un jovencillo. La saludo y ella
también, me pregunta que cuanto tiempo vamos a intentar hacer, y le contesto
que lo que nos dé el cuerpo. Poco a poco se va alejando todo el grupo que está
acompañando a la liebre y nosotros a la nuestra, chino chano. Anteriormente,
vimos a Manolo, de corredors con la bandera de 1 hora 40 minutos.
El reloj suena, y le digo a Paco que ya llevamos 3 kilómetros , me dice
que de eso nada, que sólo llevamos 2 kilómetros , joder, que larga se me va a hacer,
es lo que me pasa por la cabeza, ya que el ritmo que llevamos es bastante más
lento y tranquilo para mí, pero, Paco no para de decirme que; “vamos más rápido
que la última vez”. Yo no paro de decirle que el reloj no lo mire, que no le
funciona bien, él quería correr a 6 minutos el kilómetro, y nosotros vamos a 5’25”
de media, no está mal. Yo cada dos por tres le pregunto como se encuentra y él
me contesta que bien, pues nada, a seguir.
En el primer avituallamiento, en el kilómetro 5, cojo la botella de
agua y le voy dando agua cada 2 kilómetros , ya que hace mucho calor y es muy
importante hidratarse bien. En mi opinión, es demasiado poco que sólo den agua
cada 5 kilómetros ,
ya que la experiencia de la Maratón
de Barcelona, en la cual nos daban cada 2,5 kilómetros fue
clave para la buena hidratación.
Los kilómetros van cayendo, y el ambiente de las personas que
encontramos en los pueblos de Vilanova y La Roca no está mal. La gente que hay, no paran de
animar y yo los aplaudo, la verdad que me está saliendo una carrera muy
tranquila, ya que el ritmo es realmente muy lento para mí, pero, me lo estoy
pasando de coña, haciendo bromas con los corredores y corredoras que tenemos
cerca, y haciendo fotos de tanto en tanto. Paco no va tan sobrado, pero aguanta
como un jabato, en el kilómetro 15, aproximadamente, se acerca la moto de la TV del Valles, que me ve
corriendo hacia detrás animando a Paco, y me dicen; “tú que vas tant tranquil ets l´ideal per fer-li
unes preguntes”, y se ponen a mi altura para grabarme y preguntarme cosas, que
gracioso. Entre otras cosas, me preguntan si me gusta la Mitja de Montornes, le
contesto que si, claro. Me preguntan que haré cuando acabe, le contesto que me
tomaré unas cervezas, ¡jejeje!. Durante la entrevista, les comento que este año
hicimos la Maratón
de Barcelona apoyando al ELA, y toman interés en el tema. Les cuento que somos
un equipo llamados Los Martes, y quisimos hacer la maratón por una causa
solidaria etc. etc. etc., (hay que hacer propaganda en todo momento que se
pueda), la verdad que fue una experiencia de las que tú (Xavi) ya estás
acostumbrado a que te hagan entrevistas.
Ya vamos por el kilómetro 19, ya falta poco, le digo a Paco que si
quiere apretar un poco, pero me dice que va muy justo y que prefiere no subir
el ritmo, no pasa nada. Le contesto, y seguimos el camino, cuando faltan pocos
metros para llegar a la meta, nos damos cuenta de que a nuestro lado hay un
abuelo, pero, un abuelo de verdad, que va a entrar a la meta al mismo tiempo
que nosotros, eso si que tiene mérito. La fuerza que tienen algunas personas
con esas edades.
Sergio, eso si que es un abuelo.
Cruzamos la meta cogidos con las manos en alto y conseguimos hacer
mejor tiempo que la primera vez que la hicimos, hemos bajado el crono en 1
minutillo. Paco está muy contento y muy cansado, pero, se recupera pronto, yo
también estoy muy contento. Nos damos un abrazo para felicitarnos por llegar a
la meta, que era el primer objetivo, y el segundo de bajar de las dos hora.
Segundo objetivo también conseguido. Al final nos salió un crono de 1h55´34”, ¡somos
unos cracks!
Vemos a toda la familia en la llegada, Isa, Alexia, Lourdes, Lola y
Marc. Nos felicitan y nos preguntan que tal estamos, le contesto que bien, y
Paco va de un lado para otro para recuperarse del todo.
Se acerca Raquel para saludar. Le preguntamos que tal y nos dice que
al final ha hecho 1h47’, ya que tuvo que esperar a su hijo que estaba haciendo
la cursa de 6 kilómetros
y se equivocó y se fue con los de la mitja. Se quedó con él y le acompañó a dar
la vuelta, vaya tela, aún así no está nada mal su tiempo.
Cuando ya hemos recogido todos los obsequios (polvos para
lavavajillas, gel, cremas, etc..) nos vamos paseando para casa de Paco, para
celebrar la carrera con unas cervecitas y una buena barbacoa.
Esperamos hacer la
próxima Mitja de Montornés otra vez juntos, y que podamos
bajar un minuto más el tiempo, eso sería buena señal.
Gracias como siempre a mi familia por acompañarme en uno de mis
vicios, correr. Esperemos que sea durante muchísimo tiempo más.
El Promesas
Fede
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