divendres, 20 d’abril del 2018

Trail Ermites Olesa (La corta)


Hecha la Maratón y acabado el reto solidario, era hora de comenzar a disfrutar del correr, sin preocuparme del reloj y otras cosas.

Yo no sé vosotros, pero para mí ayudar a los otros es una manera de disfrutar, así que hace unos meses que decidí que esta carrera de montaña de mi pueblo la haría acompañando a Raúl.

Él había corrido maratones, incluso la Maratón de las Tucas, pero dos años de parón por el nacimiento de su segunda hija, le han hecho perder la forma. Así que me tocaba, volverlo al buen camino y que abandonará el lado oscuro, ¡jaja!
A todo esto se unió las “amenazas” de Sora (su mujer), si le pasaba algo.

Para evitar cualquier susto, unos 15 días antes de la carrera, quedamos un domingo tempranito para enseñarle el recorrido y que así viera donde lo metía.
Sufrió un poco, pero acabo animado, y eso me gusto.

Pero el fin de curso de sus chicos y chicas del Instituto de Sales (Viladecans) en Roma, solo le sirvió para coger muchos hidratos y pocos kilómetros corridos, aunque unos cuantos andados.

Así llegó el día, y a las 8h de la mañana del domingo 15 de abril, estamos Raúl, Fede y yo en la puerta de mi casa.

De camino a la salida nos empieza a llover. Ahora hace fresquito y esta nublado, pero tiene pinta que saldrá el Sol. Por ello, no sé qué ropa llevar. No voy a ir fuerte, y  si me tengo que parar a esperar al compañero, por allí arriba hace viento y no quiero pillar un resfriado. Por lo que de casa salgo con la camiseta de Los Martes de manga corta, una térmica sin mangas, buff solidario y guantes. A parte de un jersey y  pantalón largo de chándal. En la bolsa he echado una manga larga y una térmica de manga larga, por si luego me lo pienso.
Recogemos el dorsal, camiseta y la bolsa de obsequios.
Aprovechando que es pronto, porque primero tiene que salir los de la larga (26kms), vamos saludando y hablando con varios amigos y conocidos de este mundillo (Conxa, Pinelli, Manu, Edu, …).

Después de la salida de los de la larga, nos vamos a guardarropía. Al final me quedaré con la ropa con la que he salido de casa. Dejamos las bolsas y vamos a calentar un poquillo.

En el calentamiento ya se nos une Efrain.

Unos cuantos minutos de calentamiento, y hacía la meta. Buscamos a Raúl, que no ha calentado, pero no lo vemos. Al final lo encontramos. Esta con sus fans (Sora, Andrea y Alba). Les saludo, y al poco llegan mis fans (Esther y Ona). Un besillo y para el cajón de salida.


Nos despedimos de Efrain y Fede, y nos ponemos en la parte trasera del grupo.
A las 9:30h salimos.

A los pocos metros ya vemos a nuestras animadoras. Les saludamos y nos hacen las primeras fotos.

Única foto donde Raúl sale delante mío, ¡jaja!
Los primeros metros salimos fuertes, y al poco Raúl ya me dice que nos controlemos.

Hacemos la primera subida que nos deja a los pies de la patrona de Olesa (Santa Oliva).

Continuamos subiendo hacia el barrio de Las Planas y de allí hacia la montaña.

Pasadas las pistas de atletismo y el Pabellón, empieza la subida. Y aquí Raúl ya va tocadito. Hoy no es de pulsaciones, sino que le duelen más los gemelos. Incluso ha llegado a bajarse las perneras.

Le digo que camine un poco para recuperar y que luego coja un ritmo en el que vaya a gusto, porque lo más duro todavía está por venir.

Empiezo con mis excursiones de ida y vuelta. Subo rápido veo como está el recorrido y cuanto falta, y bajo para buscar a Raúl, y de paso animar al resto de corredores y corredoras que llevamos a nuestro lado.

Caminando bastante, Raúl llega al final del primer repecho. Ahora viene un tramo corto de descanso, antes de la parte más dura de estas primeras subidas. 
Es un tramo “asfaltado” con una fuerte pendiente. Como ya se lo conoce, se bloquea y empieza a andar antes de poner un pie en el asfalto.

Decido hacer otra excursión. Por esta zona, hay muchos corredores andando.

Intento animarlos, y sobretodo, avisarles que cuando se acabe el asfalto todo se suaviza un poco y es más fácil de correr.

Después del sube y baja, vuelvo a por Raúl. Ya nos queda poco para llegar a la zona de tierras, he intentar recuperar un trote que nos permita ir a un ritmo más rápido.

Lo intenta, y lo consigue unos metros, pero va intercalando el correr con el andar. No me parece mala técnica, así puede ir guardando algo para cuando llegue la bajada.

Por esta zona ya hemos hecho “amistad” con un señor que va unos metros por delante de nosotros y con una chica con la que nos vamos intercambiando la posición.

Giramos a la derecha y empezamos por el falso llano (aproximadamente un kilómetro y medio).

Me voy avanzando para hacerle alguna foto a Raúl. Y el ritmo me permite ir viendo la serpiente que van formando todos los corredores y corredoras que llevamos por delante. Esto te permite ver todo el abanico de colores de las camisetas y por donde nos meteremos.

Pero lo bueno siempre se acaba, y volvemos a estar a los pies de una nueva subida. Es la pista forestal nueva (hasta ahora se subía por un sendero estrecho) por la que se llega al Mirador de la Papelussa. Es uno de mis lugares favoritos por la vistas de Montserrat que hay. (Os dejo una foto para que lo podáis ver con vuestros ojos).

Me escapo de nuevo, y al bajar el señor que llevamos delante me pregunta que cuantos kilómetros haré hoy. Le comento que no lo sé, pero que dentro de poco llegaran a un sitio muy chulo y que no se pierdan las vistas.

Como no podía ser de otra manera, una vez llegados a aquí, tocaba hacerse foto.


Y seguimos para arriba.

Ya queda poco para llegar al Pla del Fideuer, pero esta parte engaña. Hay un tramo que se hace no lo parece, pero se te puede atragantar.

De nuevo decido avanzarme para ver si allí han puesto el avituallamiento. Antes estaba. Sí que lo veo, pero lo veo que es para los de la larga, aunque seguro que si alguien pide agua o algo, no le pondrán pegas.

Aviso a todos los corredores y corredoras que allí podrán beber algo, y busco de nuevo a mi compañero de fatigas de hoy.

Va un poco rallado. Me dice que ya no hará ninguna carrera más, que se va a dedicar a la bici, porque se puede ir con un poco de barriguita. Le digo que se olvide de tonterías, y que lo que tiene que hacer es no volver a dejarlo, y poco a poco, ir cogiendo la forma.

Después del avituallamiento, tengo que correr y gritar un poco porque las dos chicas que llevamos por delante se están equivocando de recorrido. Se van por el recorrido de la larga. Por suerte, me escuchan y lo corrigen.

Aquí Raúl sufre. Y las dos chicas se nos escapan bastante. Además en alguna de mis paradas para esperarlo, no veo que venga nadie detrás de nosotros. ¿Seremos los últimos?


Poco a poco, paso a paso, vamos acercándonos al giro que nos llevará al pico de esta ruta. Es el pico de la Creueta (en honor a una pequeña cruz que hay en un roca). Es un pico duro, y hoy con el barro y la pisada de casi 250 corredores, esta resbaladizo.

Antes de llegar allí, nos vienen de cara dos corredores (un chico y una chica). Luego me enteré que fue la ganadora de la carrera larga que se había perdido e hizo dos kilómetros de más.

Voy subiendo, y haciendo paradas para ver si Raúl va subiendo. Lo intento animar, pero ahora está un poco jodido. No se cree que le queda poco, pero es la verdad. Y una vez arriba, ya todo es de bajada.


Subo antes, para esperarlo arriba y poder hacer una foto.


Aquí dejamos a una corredora que está esperando una amiga. Por lo tanto, no éramos los últimos.

En este punto hay tres voluntarios y dos músicos tocando un acordeón. ¡Qué grandes!

Foto y para abajo. Aunque le envió las fotos por whatsapp a Esther para que se las enseñé a Sora. Lo más difícil ya lo hemos hecho. Ahora solo queda vigilar en la bajada (por las piedras mojadas y el barro).

Bajamos bastante bien, y llegamos al avituallamiento del Puigventós.

Yo solo bebo agua y aprovecho para quitarme el barro de las zapatillas.

Raúl bebe isotónico.

Unos segundos y continuamos para abajo.

Ahora vamos mejor, y se nota porque le ha cambiado el humor.

Vamos hablando y comentando la jugada.

Le enseño la zona donde el año pasado me perdí, y perdí 3’ que me hubieran dejado ganar a mi hermano.

Y por esa misma zona, nos pasa a toda velocidad el Javier Paniello. Va primero de la larga, y nos ha pasado como un obús.

Antes de llegar al camino del Samper, conseguimos coger a las dos chicas que llevábamos por delante. Parece que la táctica de Raúl de subir más tranquilo, le ha permitido aprentar en la bajada, y está dando sus frutos.

Por esta zona estrecha, tenemos que apartarnos dos veces, por el segundo y el tercero de la larga nos pasa a gran velocidad.


Giramos en la fuente, y le comento a Raúl que ahora solo nos quedan dos repechos pequeños. Me dice que los andará.

Yo me avanzo y  consigo atrapar al otro señor con el que hemos ido haciendo la goma al principio.

Le comento que ya le queda poco y después todo bajada hasta la meta. Me agradece el gesto.

Y empiezo a gritar al Raúl que ya lo tiene. Me dice que donde se acaba la subida. Le indico el punto donde hay dos chicas animando a todos los corredores.

Llegamos allí, y nos ponemos de nuevo a correr.

Y lo volvemos a hacer a buen ritmo, hecho que nos permite alcanzar al señor que llevábamos por delante.

Un nuevo giro nos lleva hacía el camino de las viñas.

Aquí nos pasa algún corredor más de la larga, y Raúl se viene a arriba.

Nos ponemos a ritmos de 5’ el kilómetro, y al final lo paga.

Descansa un poco, y vuelve a recuperar el trote.

A la entrada al pueblo hay una pequeña subida que nos deja otra vez a los pies de la Virgen de Santa Oliva. Raúl quiere caminar, pero hay un persona que le anima a que no lo haga, y eso provoca que siga corriendo.

Pasamos por debajo del arco y ha casi estamos.

Bajada, giro a la izquierda, giro a la derecha, Plaza de les Fonts, y ya estamos en la recta de meta.

Ya empezamos a oír el grito de la gente, y en breve vemos a nuestras fans.

Cogemos a nuestras peques (Ona, Andrea y Alba) y entramos los cinco juntos.

Objetivo conseguido. La ha hecho. El tiempo lo de menos (1h’54’49” Raúl y un segundo más yo). Son 44’ más que lo que hice el año pasado, pero estoy orgulloso que mi compañero haya conseguido acabarla, y eso me llena más que haber bajado unos minutos o segundos mi crono del año anterior. Y además me libro de la paliza que me hubiera dado Sora, si le hubiera pasado algo a Raúl, ¡jaja!


Al poco ya vemos a Fede, que esta aburrido de esperarme, ¡jaja! Ha hecho 1h13’18”, y sin muchas molestias. ¡Bravo company!

Efrain también ha hecho un buen tiempo 1h06’21”.

Un poco de charla con compañeros (foto con Conxa que de nuevo subirá al podium), recogemos el bocata y la cerveza, y al parque con las peques.


Otra carrera más acabada.

Ahora a pensar en la Tuga Trail de 10 kilómetros (01/05/18) y en hacer de liebre de 55’ en la Cursa de Martorell (06/05/18). Después a ver que hacemos.

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